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3 comentarios:
O tempora, o mores! Recinto abarrotado de gentes devotas, moteado de hábitos blancos, con su presidencia ocupada por obispos, curas y frailes. Justito lo que está ocurriendo hoy, con iglesias salpicadas de viejos y los mandamases religiosos españoles bien alineados en Roma para dilucidar cómo inyectar algo de vida a los seminarios, al menos a algunos "residuales". Afortunadamente, los tiempos cambian y... para mejor, que esa es la clave del pensamiento genial de Eladio Chávarri, pues, confinado en el olvido nuestro alambicado Credo, lleno de elucubraciones mentales, por muy escrupulosamente filosóficas que sean, orillando los adjetivos (Cristo = el Ungido), nos mostramos hambrientos de sustantivos (Jesús de Nazaret), es decir, que no nos importa el cristianismo de los púlpitos, sino el de los arrabales o periferias de lo humano. ¡Perdón, queridos, perdón esta perorata mañanera!
El anónimo que precede, por claro que esté para la mayoría, corresponde a este menda. Gracias por adivinarlo. Y al final, el segundo "perdón" pretendía ser solo "por". Gracias por verlo.
Ramón, no es que intuyéramos que eras tú, es que estábamos seguros de ello. Así que no necesitabas aclararlo. Como ves, seguimos leyendo.
!o témpora o mores!, viendo la foto que cuelga Josemari. ¿Cuestión de devoción o de pensamiento único? De cualquiera de las maneras, impresiona ver reunida a tanta gente para celebrar una inauguración que tantas confrontaciones se suscitaron antes de la construcción. Desde luego, si los ahí reunidos eran los que estaban a favor del cambio, éstos ganaron por goleada.
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