Estaba mirando esta fotografía del interior del santuario tomada desde el coro y me pareció una más de cuantas ya conocemos.
Pero mira tú que, fijándome un poco en ella, encuentro a un fraile celebrando misa en el altar lateral, el de san Froilán.
Y se te fijas más detenidamente, observarás, a sus espaldas, a un seguro apostólico que le ayuda en la misa.
Y he recordado que ir a ayudar a las misas en el santuario a las primeras horas del día era un privilegio que nos concedían el día del cumpleaños. Y lo recuerdo como un día triste.
¿Recuerdas?
Hoy el altar no está muy bien cuidado que digamos, como tantas otras cosas.