viernes, 13 de mayo de 2022

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE JESÚS HERRERO "INFIERNOS" (Crónica y vídeo)

 Crónica del acto.

El día 11 de mayo se presentó en León, y más concretamente en una de las salas del Casino Peñalva de León, a las 20:00, el libro “Infiernos” del autor Jesús Herrero. El autor susodicho salió de Madrid el mismo día del evento, un poco justo de tiempo en opinión de este cronista, pero es lo que hubo. Como era lógico, y conociendo al propio individuo personalmente, es casi ocioso reseñar que en el trayecto se equivocó de carretera varias veces, lo que dio lugar a que jurara gravemente en hebreo otras tantas hasta que, finalmente, el traductor encargado de los subtítulos, ante la aparente violencia verbal, no tuvo más remedio que aclarar que en realidad solo llegó a decir “mecagüenla…” con algún difuso énfasis en la primera “a”. Solo, nada más.

(En descargo del autor hay que aclarar que el día anterior se había estrellado de narices contra una puerta de cristal en su casa y se le había caído, para colmo, un diccionario antiguo de la RAE de tres kilitos  en el pie derecho. Lo cual no justifica la violencia verbal por sí misma, pero al menos arroja algo de luz sobre la circunstancia psicológica del autor en el momento de los hechos).

A pesar de todas las circunstancias adversas, el autor llegó a León a la hora de comer, hora sagrada donde las haya, y única en la que el susodicho es estrictamente puntual. El autor comió y bebió en compañía del ínclito Trapi y Sara, su señora, ambos muy parcos en esta actividad, por lo que salió beneficiado con las sobras que, por motivos también estrictamente éticos, dicho autor no suele dejar en el plato nunca jamás.

Se organizaba también, en el mismo acto, una exposición de pinturas y dibujos del autor como apoyo a la presentación del libro, cosa que a este cronista le dejó en la duda de si la muestra se hubiera pensado por si fallaba algo y, de esta manera, poder justificar con la cantidad lo que faltara con la calidad. No sé… pero por si acaso tengo que decirlo. 



La presentación la realizaba el egregio Javier del Vigo Palencia, pero debido a un indebido contacto con el virus pandémico tuvo que quedarse en su casa, lo que no impidió que mandara su alocución, vía correo electrónico, al móvil del no menos egregio Andrés Martínez Trapiello, el cual leyó con voz pausada y profunda. Fue muy celebrada su intervención sobre todo porque no fue muy larga pero sí sustanciosa, en especial cuando miente deliberadamente en relación a las tremendas cualidades artísticas del autor que, a mi modo de entender, no son para tanto. Por si esto fuera poco el conspicuo Trapiello, Trapi para los amigos, insistió en las loas dando por hecho que el autor era un renacentista acreditado al que solo le faltaba la espada para serlo del todo. El señor Trapiello no sabe en realidad que el autor no usa espada porque la cambió por un cuchillo jamonero que maneja con mucha habilidad y provecho, es decir, para ponerse ciego en cuanto se le cruza por delante un pernil.

También habló el autor emitiendo opiniones diversas ante las preguntas de los asistentes que, por cierto, según la “organización” fueron más de cuatro mil, según el ayuntamiento ochocientos y pico y según el fotógrafo que cubrió el acto solo dieciocho, de los cuales más de la mitad eran amiguetes y la otra mitad familia y mujeres de los amiguetes. Mejor dicho, mujeres solo hubo seis o siete, según el momento, lo que dio pie a que el autor hiciera algún comentario sobre el tema de la igualdad representativa de género, transgénero y postgénero, es decir, que había personas, personos y persones, aunque no llegó a especificar quienes eran “les persones”, creo yo que más por prevención que por otra cosa, aunque luego aclaró que lo de “persones” no era más que la traducción al francés del término español “personas”. Ya se sabe que en francés queda todo mucho más fino.

Por cierto, el libro objeto del acto de presentación titulado “Infiernos” fue colocado al lado de algunas botellas de agua porque, según el cuerpo de bomberos, las llamaradas del infierno deben tener siembre cerca agua para evitar incendios.

 A continuación comenzó la parte más importante del acto organizado por el Casino Peñalba, la cual consistió en un ágape en el que sirvieron bandejas de cecina, jamón serrano, chorizo, salchichón, lomo, queso, tortilla de patata, vinos variados, cervezas y agua de Bezoya, todo lo cual fue muy del agrado del autor, al que se le vio trabajar a dos carrillos y a destajo mientras contestaba en “petit comité” a diversas preguntas, que tampoco fueron muchas porque con la boca llena no se le entendían las respuestas. 

Y luego ya, cada uno a su casita, ya cenados, y algunos a rematar con “gintonis” hasta que les echaron de los bares por la hora. Todo muy bien.



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Aquí os dejo el vídeo que grabé durante la presentación del libro de Jesús Herrero.

Perdonad los cortes, movimientos, desenfoques, etc. Os recuerdo que no soy Chema Sarmiento.

el furriel.



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