miércoles, 27 de marzo de 2024

PROCESIÓN DE LOS PASOS, VIERNES SANTO EN LEÓN

 Rogamos para que la lluvia nos permita repetirlo este viernes.



lunes, 25 de marzo de 2024

¡¡NUEVO REENCUENTRO!! 6 ABRIL 2024 (Preparar la monición de entrada para tal día 6) Por Isidro Cicero


Tú dices unas breves palabras al principio para dar la bienvenida a todos resumir los motivos de nuestro homenaje a José Mari Cortés y al Blog. Este fue el encargo que me hizo el grupo organizador del encuentro del día 6 de abril. Respondí no hay problema y días después me puse a pensar mi intervención. Lo que salga, lo leeré en el santuario desde el atril de las lecturas, a las 11,00 de la mañana, antes de que la misa empiece. O lo diré sin leerlo, ya veremos.




Dije no hay ningún problema, porque el encargo me pareció una cosa tan sencilla como escribir la entradilla de una noticia para el periódico, todo el mundo sabe cómo se hacen o se hacían las entradillas de las informaciones: escribes la noticia y luego la resumes en unas treinta palabras, después cuadras un titular que quintaesencie lo fundamental de la entradilla. Te aseguras, por supuesto, de que has respondido con claridad, sencillez, precisión y concisión todas y cada una de las cinco cuestiones uvedobles en las que se estructura cualquier news (who, what, when, where y why) y ya está tu trabajo hecho. Lo entregas, respiras, te estiras un poco, echas un cigarro, lo echabas, y, con las mismas, pasas al siguiente encargo.


No tiene ninguna complicación el oficio, excepto la condición de que sepas tú de lo que hablas. A condición de que el redactado final veas que fluye con naturalidad, suena sin tropiezos fonéticos y no produce trompicones léxicos. Antes de entregarlo, yo solía musitármelo a mí mismo en susurro imperceptible para asegurarme de que la prosa del ejercicio no ofendiera los oídos de ningún cristiano sensitivo.

 

En el acontecimiento del 6 de abril, who -el protagonista- es José Mari Cortés; what, nuestro merecido homenaje de reconocimiento; where, las dependencias de nuestro colegio y su entorno; when, la fecha arriba indicada, de 11 de la mañana a 8 de la tarde, el año decimoséptimo del desempeño de los méritos del homenajeado, el Blog, su puesta en marcha, su pulcro y cuidado mantenimiento.


Responder la cuestión why es lo que suele encerrar algo más de complejidad, tampoco mucha. El why es el por qué. Por qué se merece José Mari esto. Suele decirse que, en un hecho, nunca hay un por qué único ni unívoco, piensa por ejemplo un crimen pasional, una derrota deportiva, el fracaso en una jornada electoral, la riada que arrasa un camping. Múltiples whys se encabalgan unos sobre otros, es difícil embucharlos en una línea escasa, en dos todo lo más. Con los merecimientos de Cortés pasa lo mismo, son tantos que habrá que irlos desgavillado a lo largo de todo el día, aunque tendrán su máximo desarrollo a partir de las 13 horas en el homenaje propiamente dicho. Yo, personalmente, espero mucho de la Laudatio que por encargo expreso también del comité organizador, está preparando el compañero Luis Heredia.


Los whys de José Mari estaban ya esbozados, explicitados, en el texto de la convocatoria de este acto que se publicó aquí mismo el pasado mes de enero. Quien lo desee, que los repase. Son motivos serios, potentes. (Creo que todavía estás a tiempo de apuntarte). Motivo principal es el regalo inesperado que en su día supuso la aparición del Blog que nos supuso el contacto virtual con nuestro colegio, ya un recuerdo desdibujado y fragmentario; otro, las emociones del primer reencuentro físico; uno más, el recordatorio de tantos compañeros y religiosos fallecidos hasta entonces. También la ocasión para compartir nuestras peripecias vitales, de mayores distanciados, escépticos, críticos. El hecho deque, a partir del blog, muchos de nosotros hemos reanudado amistades yvínculos, nos hemos enriquecido participando no solo con añoranzas lejanas, también con aportaciones de madurez. Todo son valiosas mercancías humanas frágiles, pero de alta calidad. “El Furriel”, compañero excelente, ha sabido hacer y nos ha cuidado el instrumento vinculatorio años y años.


No podré explayarme en nada de esto. Ya me veo cortándome nada más empezar. El cuerpo me pide extenderme en el apartado “bienvenidos”, no lo haré. Prometido que no lo haré. Si esto no fuera una entradilla, comentaría que “bienvenidos”, para decir “bienvenidos” los antiguos hebreos decían “benditos los que vienen”, no me digas que no te resulta curioso. Para ti, para mí, esa expresión suena a ropa litúrgica, pero si es cierto lo que me explicaron hace días, aquel benedictus qui venit significa lo mismo que Wellcome. No es importante esta apreciación, eso sí, tiene gracia, tiene belleza y hasta un poco de emoción: Benditos seáis los que vengáis al encuentro. Bienvenidos, bienvenues, wellcome. Tengo yo en la puerta una alfombrilla que hasta lo dice en ruso.



Me puse a preparar la entradilla de antes de la misa del día 6 y no se me iba de la cabeza la existencia de otra expresión más apropiada que “entradilla”, pero que, hoy en día, la tengo completamente olvidada. Tan olvidada o más que antaño la palabra cardenillo. Esta vez fue Google quien me lo resolvió: ¿Cómo se llamaba aquella introducción que se hacía antes de las misas, para saludar a los feligreses, para recordar a todos los motivos principales de la reunión? Conseguí formularle la pregunta al buscador de manera que el buscador me entendiera y no tardó ni cuatro segundos en contestarme. Se llama “monición de entrada” o “monición introductoria”, devolvió Google. Por mí mismo, por mi denodado esfuerzo de memoria, no habrá sido capaz de averiguarlo, pero el inteligente buscador artificial, lo hizo a la primera.


Una monición de entrada se parece a una entradilla de nota de prensa. La “monición” también es breve y también trata de “llamar la atención”, centrar la mente, el oído y el corazón. Es como la zarza ardiente que llamó la atención de Moisés antes de acercarse a la divinidad, me informo. Es un conjunto de “brevísimas palabras”. Textualmente lo dicen las rúbricas que consulto. Veo que, como en el caso de la entradilla, la brevedad es la clave. Sé breve en la entradilla, sé brevísimo en la monición introductoria, no se te ocurra enrollarte en lo más mínimo, no seas pesado, el hecho de que te hayan encomendado saludar, no te autoriza a convertirte en protagonista de nada. Olvídalo.


O sea, que a ver cómo me las arreglo. Cuando a las once en punto empiece la misa, tengo que subir yo al atril. Supongo que, antes, o quizá un poco después, ya estarán allí los celebrantes. Quizá incluso se haya cantado ya a varias voces alguna pieza adecuada. Quizá un salmo, un motete, quizá un gradual, una antífona. De la elección de la música, el comité organizador del encuentro ha encargado a otros compañeros. Sobran compañeros que son excelentes músicos y hasta musicólogos y hasta liturgistas hay. En ese momento, ya estarán allí, o estarán al llegar, revestidos de blanco porque estamos ya en Pascua, los tres o cuatro sacerdotes al otro lado del altar. El padre Carlos Olóriz, que presidirá el acto, posiblemente haya pronunciado ya o lo vaya a pronunciar de inmediato el consabido “en el nombre del Padre” con el que empiezan todos los actos en la iglesia. Junto a él estará el bendito padre Rey, compañero nuestro, cargado de méritos. Junto a los dos, el bendito padre Fernando, afecto y amabilidad hecha persona.


Pero eso es de otro negociado, va por línea distinta. Yo en lo que tengo que concentrarme es en hacer bien lo mío. Lo mío es contenido lo más completo posible, síntesis y brevedad, brevedad por encima de todo. Las palabras que tengo que decir tienen que ser todo esto: una bienvenida, una contextualización, una brevísima, eso sí, brevísima respuesta a las cinco uvedobles inglesas. Quiénes somos nosotros, pues unas decenas, ojalá lleguemos a unas centenas de septuagenarios y sexagenarios que normalmente andamos repartidos por el ancho mundo y nos hemos reunido con los motivos de los whys explicados. A ver cómo me las arreglo.


Si dispusiera de un poco de tiempo, me gustaría decir que en ese mismo ambón ya estuve yo dos veces anteriormente. La primera hace 17 años. También diciendo unas palabras, solo que entonces no se trataba de una entradilla ni de una brevísima monición introductoria. De entonces, recuerdo que estaban allí delante de mí, con guitarra en las manos, Marcelino y Bañugues. Sentado casi a mi lado, esperando su turno para hablar, el padre Cura. Los tres han muerto, pero no han sido los únicos, debería hacer una breve mención a esto. Aquella vez saludé así a la concurrencia: “Venerados maestros, queridos compañeros, amigos, hermanos”. Cuánto me gustaría ahora repetir esas palabras, pero de los venerados maestros, casi ninguno queda vivo ya. Quedan, si no me confundo, el padre Pablo Huarte, el padre Luis Arruga y el padre Eduardo Ruiz, el de Reinosa. Debería decir que ojalá sea por muchos años, debo deseárselo desde el arranque de la introducción. Con los dedos de la mano, contamos a aquellos nuestros maestros. Lo de veneración y cariño no son palabras huecas. Son verdades. Lo de la veneración y el cariño seguro que no siempre fue así, ni en todos los casos lo fue, pero venerables han llegado a serlo todos ellos en nuestra consideración colectiva. Todos aquellos varones, venerables. Los que están y los que no, porque, ahora, cuando ya duplicamos y hasta triplicamos los años en los que coincidimos aquí con ellos, cumpliendo roles distintos y hasta opuestos, las diferencias se han borrado, toda la realidad se nos ha vuelto plana, coincidimos en que todos ellos eran unas buenas personas que hicieron su trabajo lo mejor que supieron y sus defectos, sus errores, han quedado venturosamente borrados sin aristas. Los nuestros también. El propio desenvolvimiento de la vida, la duración de las de ellos y las de nosotros, ha decretado una generosa y eterna amnistía denonzat de verdad, de las de cariño. Y los compañeros. La introducción general tendrá que recordar a los compañeros, que también faltan muchos ya, demasiados. La jornada del día 6 servirá para recordarlos. El comité organizador ha preparado un video, otro “In memoriam “, será un momento central en la celebración, pero eso no quita que en la introducción general deba yo hacer una breve, brevísima tendrá que ser, la mención a ellos: Corrieron junto a nosotros detrás de aquellos balones duros como morrillos, dándose los mismos rodillazos que nosotros contra los mismos guijarros, las mismas reglamentarias vueltas a la finca entre nosotros, a nuestros lado recitando preces y poemas, entonando canciones regionales, sangrando los mismos sabañones, riendo los mismos chistes y parecidas ocurrencias. “Benditos los que vienen” a nuestra memoria esforzada, trabajada, o sea “bienvenidos” a nuestro recuerdo, “wellcome” todos ellos en nuestra celebración.


Me gustaría ampliar un poco el sentido de esta clase de memoria trabajada.

Tampoco se podrá, No se trata del recuerdo espontáneo, el que brota sin esfuerzo, lo que no se te olvida; la vuelta a la finca la recuerdan todos, sin intervenir la voluntad. La memoria a la que me refiero cuesta recuperarla, hay que trabajarla, la llaman anamnesis y la practicas tú cuando el médico te pregunta qué notaste la primera vez que te pasó eso, desde cuándo lo estas sintiendo, con qué frecuencia te arrea, dónde te empieza, cómo se extiende las molestia y todos los demás datos necesarios para mantener al día tu historia clínica. Te dice que hagas memoria. Hacerla, porque no te viene ella sin más, esfuérzate, trabájala. A esta memoria la llaman anamnesis y es en el fondo una divinidad, la diosa Mnemosine, que era hija del cielo y de la tierra, se casó con Zeus y en un solo parto parió las diez musas. Memoria, pues, es la madre de Música, de Teatro, de Canto, de Historia, de Poesía, de todas esas Femineidades que de una manera u otra nos han vuelto locos y humanos. Es divina la anamnesis, la Mnemosine. La misma misa, con ser la santa misa, es una anamnesis ritual y completa


Cuando estuve en este ambón aquella vez, trabajé mi anamnesis para recordar lo que uno mismo, tan joven, experimentaba siempre que oía aquí el Ave Verum de Mozart, no todo él, sino la sílaba cru, que ponía los pelos de punta, mientras el director de la escolanía definía el acorde estremecedor con la mano temblando en forma de garra invertida. La memoria así concebida no es espontánea, es una disciplina muy ascética que se construye con tenacidad.


Otra vez más ocupé también este mismo ambón de las lecturas. Podría referirlo en la entradilla, será imposible. Fue cuando presentamos aquí aquel libro - mío y vuestro - titulado “Virgen del Camino, en.clave de misterios”. Fue una tarde llena de emociones, especialmente la emoción de comprender. Aquella tarde el señor alcalde, don David Fernández, me impuso la medalla de plata del Excelentísimo Ayuntamiento de Valverde del Camino, concedida por la Corporación municipal. Este recuerdo no precisa anamnesis, lo recuerdo espontáneamente, lo recordaré siempre sin esfuerzo, con gratitud. De hecho, no habría espacio suficiente en todo un discurso para reiterarles el agradecimiento y el orgullo que sentí y siento. Mucho menos en las restricciones de una entradilla, de una monición de entrada.


Siento pena por no poder decir algo coherente sobre el santuario en esa ocasión.

Como hice el día de la medalla de plata y como hago siempre que se me presenta la ocasión. No se podrá, el tiempo decide. Esta joya, este enclave de misterios, esta obra maestra del siglo XX nos formateó a nosotros de alguna misteriosa forma. A José Mari le formateó de manera especial e indeleble. La concepción estrictamente rectilínea del continente arquitectónico influye, tiene que influir, en la recta arquitectura de la conducta de la persona. La concepción del vacío interior, inmenso, exageradamente inconmensurable tiene que haber influido en parte íntima de la vasija que es cada uno de nosotros por dentro. Todos colaborábamos cada dos por tres en llenar el vacío general con músicas músicas deliciosas, sintonizando el interior personal de cada antiguo alumno dominico, con el vacío universal del enorme templo.


Diapasón un vacío de otro, el otro del uno, en un juego educativo que formateó, formó y educó, día tras día, temperamentos y disponibilidades. El diapasón de José Mari, debió de ser incandescente. La tenacidad en los ensayos, el paciente ejercicio de la repetición, la continuidad del virtuosismo, el respetuoso trato con el otro, la escucha de la otra voz, la sensibilidad matemática con la que aprendieron, aprendió a emitir solo cuando a uno le corresponde, a callar cuando le corresponde a otro, acompañar cuando hay que fortalecer el volumen, contrapuntear a la otra cuerda cuando hay que hacer ese juego de virtuosismo y delicadeza para lograr un resultado común. Todo eso educa, formatea e imprime carácter.


Nuestro homenajeado entrenó su disciplina moral y vital en este espacio solemne. Después, andando los años, los muchos años, ese mismo formato se puede rastrear por ejemplo en la confección cuidadosa de un blog plural y bello, dando participación, armonizado voces, vivencias y opiniones como una escolanía perfectamente ensayada. ¡José Mari Cortés Aranaz, el Torrellas del blog!


El milagro de creación conjunta de Coello, Subirachs, Casamada e Iturgáiz fue una conjunción fenoménica que nos vuelve sorprender siempre que regresamos. Es genial, en sentido estricto, es un modelo combinatorio de unidad conceptual por un lado y de pluralidad sistematizada por otro. Unidad y dispersión esa es la fórmula, síntesis y despliegue, síntesis y explicación. Tardas unos años en volver y el fenómeno vuelve a sorprenderte con más pormenores y, al tiempo, con mayor concentración sintética y sustancial.


En otro sentido, tardas unos años en venir y cada vez tienes más difícil reencontrar algunos de los detalles más minúsculos, quizá se están desfigurando. El cardenillo colabora con Subirachs, sigue haciendo su propia obra escultórica lenta pero inexorablemente. Quizá habría que intervenir esta pasión químico-artística del cardenillo, refrenar quizá su avance lento pero infatigable. Hasta me costó esta vez dar con el compás proporcional de ocho puntas de Fabrizio Mordente que está en la gran puerta en el área entre la Natividad y los doctores del templo de Jerusalén. Fui derecho a buscarlo recordando el subidón que este compás, su descubrimiento, le produjo en su día al pobre Giordano Bruno. Subidón, porque vio su utilidad para exponer la teoría el máximo y el mínimo. Luego bajón, porque comprobó que Mordente el Salernitano no era ni mucho menos el dios de los matemáticos como Bruno había imaginado ingenuamente, sino un botarate que ni había entendido siquiera lo que traía entre manos. “Es como el burro que transporta los sacramentos”, sentenció el Nolano. “¿Qué sabe él lo que lleva encima?”


El Nolano. La estética del santuario hace presente su filosofía del conocimiento umbrátil, de la luz indirecta y de las técnicas de la memoria. Ya podíamos tener tiempo para hablar de ello, imposible, quizá haya otra vez. No sé si conocéis, creo que la escribí en el libro de los misterios, una anécdota muy interesante que hace ahora siete años me contó el padre Arruga. En aquel momento no supe relacionarla con el tema del máximo, el mínimo y el compás proporcional de Fabrizio Mordente, que Subirachs puso en la puerta principal. Tampoco con Giordano Bruno.


Cuando estuvo aquí el joven Subirach conviviendo más de dos meses con los frailes para aprender rudimentos de filosofía, teología y liturgia, hubo más de una conversación entre ellos sobre “il tristo fratre nolano”, como le llamó Mussolini en cierta célebre ocasión. Subirach debió de quedar impresionado por la biografía de Bruno y, sobre todo, por su dramático final. Algunos frailes del grupo se habían formado en Roma y en Alemania, Arruga y Arenas entre ellos. A Subirachs le llamó poderosamente la atención que a los niños internos del colegio no se les llamaba seminaristas, sino “apostólicos”. Curioso, llamativo, porque él había venido de Barcelona para hacer un friso de apóstoles en la fachada. Estaba encantado con el contraste, apóstoles descomunales, pequeños apostolitos, “apostolets”, apostólicos mínimos que se preparaban, desde tan pequeños, para acometer empresas gigantescas en el mundo.


Conmovedoramente gigantescas, como transformar el mundo, cambiar la historia, darle la vuelta a la injusta y cruel humanidad. También él era un muchacho de barri, humilde, escasamente había podido estudiar Bellas Artes, más bien en el taller. También soñaba para sí mismo obas propia de gigantes, de atlantes y de semihéroes monstruosos. Se parecía bastante en esto a aquellos niños internos, pobrets… El máximo y el mínimo, De triplici mínimo et mensura. Sobre el tríplice mínimo y su medida. El compás. El compás que este año a finales de febrero, me pareció comprobar que el cardenillo está desdibujando.


Imposible decir mucho en pocos minutos, José Mari, lo siento, nuestro hablar es articulado, una cosa va detrás de otra no la cabalga, no amontonamos, sino que articulamos. Con todo esto, a ver qué monición de entrada, a ver qué entradilla me sale a mí. Haré lo que pueda.


Isidro Cicero

domingo, 24 de marzo de 2024

FALLECE EL PADRE PABLO HUARTE


Recibo la triste noticia del fallecimiento, esta mañana, de nuestro muy querido padre Pablo Huarte.

Descanse en paz, nunca te olvidaremos.




jueves, 21 de marzo de 2024

DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN

 Gracias por vivir entre nosotros.

¿Por qué se celebra el 21 de marzo el Día del Síndrome de Down?

Fue en 2011 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas designó este día. La fecha fue elegida en referencia a la trisomía 21, el nombre formal del síndrome (que causa tres copias del cromosoma 21). Se determinó que el mes de marzo representa los 3 cromosomas y el día 21, por ser el par 21



miércoles, 20 de marzo de 2024

RANKING DE ACCESOS AL BLOG

 Este el el ranking de accesos en el blog a las páginas más visitadas.








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