Acabo de subir al Santuario de la Virgen del Camino con mi hijo Alberto, y me encuentro estas dos curiosidades.
La imagen del San Froilán del altar mayor con la cuelga de frutas y golosinas con la que los leoneses felicitamos su onomástica.
Nuestros viejos pupitres convertidos en mesa para estos hidrogeles desinfectantes de manos, o como se llamen, que nos exige esta puta pandemia.
3 comentarios:
Josemari, imagino que la primera de estas dos curiosidades provee no solo la gloria del Santo, sino también la mesa del fraile. Honor al primero y ¡que aproveche! a cuantos se sienten a tan bien servida mesa. La segunda, pone en práctica la sabia conducta de no convertir tan esenciales herramientas en utensilios de un solo uso, como si se tratara de bolsas de plástico que, tras su servicio de la tienda a la casa, se las tira para que terminen comiéndolas los peces. Otra cosa es lo de la "puta" esa que mencionas, la muy guarra de ella (conste que adoro las mujeres y creo que desde que tengo uso de razón propugno su igualdad en derechos con los hombres), pues, aunque no haya mordido a ninguna de las personas de mi enterno, la verdad es que me gustaria saber quién fue el malhadado cabrón que la hizo tal. Afortunadamente, parece que, achacosa y vieja, se está retirando a sus cuarteles de invierno, afán y deseo en el que los asturianos, debido quizá a que somos más viejos y nos vacunaron antes, vamos en cabeza, a una distancia considerabe del segundo. Tan humillados y desvalidos como andamos, en algo teníamos que destacar. Así que ¡fuera putas! porque, además de guarras, resultan muy caras, por más que a los asturianos, tan fanfarrones como somos, nos permitan presumir de algo serio.
"Enterno" es obviamente "entorno". Gracias, lectores avispados y geniales, por hacer innecesaria esta corrección o aclaración.
Al leer tu entrada, me había propuesto escribir un pensamiento interesante pero me han salido estos versos espontáneos que transcribo. Ya sé que como decían en mi casa son un poco "sin fundamento", pero allá van con mi mejor intención.
San Froilán en el retablo,
nos sonríe emocionado,
los leoneses por su "cumple",
una cuelga le han donado.
La guirnalda se compone
de frutas y golosinas
y la barroca columna
uvas y pámpanos luce.
Los angelotes en danza
felicitan al mitrado
y el lobo mira, que mira,
el lobo le está mirando.
Como obispo de León
lleva la mitra y el báculo
y la Virgen del Camino
a Jesucristo en sus brazos.
Y Josemari y Alberto
han venido a visitarlos.
En su visita encontraron
estas dos curiosidades:
la cuelga de San Froilán
y un pupitre del colegio
de aquellos que utilizamos
en aquellas largas horas
de los estudios y clases,
que se ha convertido en soporte
de los frascos de hidrogeles,
que en esta puta pandemia
a menudo hemos usado.
Un fuerte abrazo para todos. Javier.
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