En la puerta dedicada a San Pablo en el Santuario de la Virgen del Camino, como de sobra sabéis realizada por Subirachs, he localizado y fotografiado este detalle.
El primero que descubra qué representa y su significado tiene asegurada una semana de vacaciones en la terraza del piso en París de Chema Sarmiento. (Isidro Cicero no puede participar)
Una pista: existen muchas representaciones iguales, una me la he encontrado en el coro de la Catedral de León (Sibila Tiburtina).
Sé, me lo aseguraba mi padre, que Subirachs visitaba con frecuencia la Catedral.
2 comentarios:
Lo siento de veras, querido Furriel, estas uvas están pero que muy verdes para mí. La he ampliado en busca del detalle y la he reducido en plan de abarcar su horizonte; la he mirado al derechas y al revés, de arriba abajo y de abajo arriba, y nada, a pesar del gran "contexto" que es "san Pablo", el apóstol en sí mismo y en su obra. Y, para no hacer trampas, no quiero ojear el libro de Isidro por si en él se oculta ese tesoro. Bueno sí, haciendo acopio de metáforas y adjetivos decriptivos, se me ocurren unas cuantas cosas, pero, en defensa de mis entrañables ignorancias, no me atrevo a dejar aflorar ninguna para no enseñar ambas orejas. ¿Pavo real que no despliega sus lindas alas para no dejar ver sus piojos? Puede que sea así, pero también puede que la cosa se deba, ¡pobre de mí!, a que hace poco me han operado de la catarata del ojo derecho y a que estoy en lista, larga lista y paciente espera, de que se metan con mi ojo izquierdo. En esta Olimpiada me siento, pues, con todos los derechos de ser un perfecto "paralímpico". Además (recordad la zorra frente al parral), no me apetece volver a un París donde ya "viví" mayo-68. Pero, como lo cortés no quita lo valiente, añado al premio ofrecido mi aplauso.
Pues me la sabía.
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