Por estos pasillos pasaban los tres Reyes Magos en la madrugada del día de Reyes, debajo de sus vestidos reales se apreciaban ropas blancas.
Nos traían bolsas de caramelos "Santos", una para cada uno.
Yo cambiaba tres de limón y uno de fresa por uno de anís, y en peores momentos dos de limón por uno de miel. Los de coco no tenían contraoferta.
Adiós Navidad del 23.
1 comentario:
¡Qué suerte!, pues veíais a los Reyes y, además, os llenaban de caramelos. Claro que este año podríais haberos forrado en Mieres, pues, como llovía, muchos de los cientos de kilos de caramelos con que obsequiaban al público caían al agua y se impregnaban de las mierdas del suelo y quedaban tirados como basura o desechos. Lamento no recordar si en Corias se hacía algo para esa celebración. En todo caso, poco debía de ser si no lo recuerdo. Por lo demás, ya sabéis cómo celebré que en el 44-45 los Reyes me trajeran una naranja y una onza de chocolate. Por cierto, por culpa de los Reyes (el día 5 fue el primer viernes de mes), hoy, segundo viernes de mes, tendremos nuestra comida-tertulia mensual en la Casa del Dago. Lo digo porque en el grupo hay alguno que se está pensando acudir. Ánimo, pues habrá algo más que caramelos, seguro.
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