Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LAS TRES ENTRADAS MÁS POPULARES EN EL BLOG
-
PRÓLOGO de Eugenio Cascón (*) Creo que conocí a Mariano Estrada hace muchos años, tanto como los transcurridos desde la primera mitad de los... -
“ El nuestru libru de Griego viene ahora de viaje para acá. Está regresando”. Así empezaba a escribir yo esta crónica en los últimos días ...
-
El pasado 29 de mayo, al término de la Santa Misa dominical, tuvo lugar en la Capilla de Santa Nonia un pequeño acto de homenaje y reconocim...
4 comentarios:
No sé, no sé, amigo JH. Tú me dirás si ando a uvas o perdido por los cerros de Úbeda si, poniendo una coma tras el NO de la pancarta, en vez de escudriñar neuronas, nos hinchamos de turrón y confinamos tan rimbombante NO en los dominios de los bodrios de la leyes que mencionas. Podría colar en estos tiempos en que nos hemos quedado sin "coladores". En ese caso, que nos den una Navidad sin filtro, sin coladores ideológicos, es decir, con mucho turrón y, sobre todo, con mucho más de sus contenidos genuinos. Gracias, amigo, una vez más, por hacer tan entrañable y cercana la Navidad.
Querido Ramón, en realidad yo si quiero turrón. Lo de la pancarta es Turrión, el segundo apellido de un político máximo representante de la "casta", ahora ya de la caspa. Así que no quites el "NO" al Turrión y coloca el "SI" al duro, al blando y al de chocolate que están buenísimos...
Amigo JH, perdona mi "monumental despiste", pues le había echado solo un vistazo a la viñeta cuando ya me puse a escribir el comentario. ¡Y ya ves lo que pasa! No, por Dios, retiro lo dicho y elimino mi coma como si es preciso utilizando un escoplo, y me pongo a gritar bajo la pancarta ese NO como un descosido, aunque no sería necesario, pues ese tal señor se me volvió desde un principio tan fino y traslúcido que ni siquiera percibo su existencia. Vamos, que habla y no oigo nada. No se trata de que se me haya vuelto "un chino más", sino un auténtico fantasmón, por muy sagaz que se crea para vender a precio de oro burras a punto de diñarla. ¡Qué gran gesto navideño el de sacar a un compañero de su error! Gracias, amigo.
Ni la distancia es el olvido ni el silencio –el mío, al menos- significa aburrimiento. Alzheimer aún me mira desde la acera de enfrente y procuro mantenerlo a raya. Tenéis experiencia de que –en estas edades- las meninges vaguean y la memoria está tan llena de pasado que buscar la palabra, la imagen o el acontecimiento concreto entre sus anaqueles es tan difícil (a veces, más) que encontrar una aguja en un pajar.
Llegamos un año más a las nostalgias de la Navidad. No sólo se han ido nuestros progenitores, también la mayor parte de nuestros antiguos maestros de aquel Colegio y, de forma creciente, compañeros de edad y batallas. Los pocos profesores que quedan son más frágiles que los niños de nuestros hijos, esos nietos que se acercan a la pubertad, aquella en la que convivimos en aquel colegio “apostólico” hace ya… Pero dice un viejo proverbio que añorar el pasado es correr tras el viento.
Aprovecho, pues, que Jesús, nuestro “herrero” de la imagen y la palabra, nos ameniza las fiestas con ese humor que nunca perdió, para cumplir con el obligado ritual de felicitar y desear cuantas venturas sean posibles para el año que vamos a iniciar. Sus “estrellas colorás” son tan necesarias como el turrón, los mazapanes y el cava. Llevan ya casi 15 años amenizándonos. ¡Bravo, perillán!
¡Salud!, sobre todo. Porque se fueron nuestros escudos protectores y estamos ya en la rampa de lanzamientos. Así que salud y disfrutar.
Larga vida al blog de Josemari, incansable al desaliento y con la moral baja -supongo-, que perder un hermano siempre es un dolor grande. ¡Si sabremos buena parte de esta grey de incansables mirones! Abrazos sinceros a todos quienes seguís dando guerra en él.
Especial recuerdo para los compañeros y dominicos que se nos fueron este último año. Que nos esperen mucho tiempo, no tengo prisa en verles. Y ellos ya pasaron el trago.
Al 2023 pido nos traiga noticias frescas, ganas de montar alguna reunión como las del pasado, teniendo en cuenta que nos hicimos “más mayores”, que todo nos cuesta más y que cada vez seremos menos.
En fin, que ¡FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO 2023!, chavalería
Publicar un comentario