lunes, 25 de septiembre de 2023

PARADA DE TAXIS EN LA VIRGEN DEL CAMINO

 


12 comentarios:

Ramón Hernández dijo...

Como la foto me parece que es un trocito de "cielo", aunque, claro está, la de la actual basílica lo es un poco mayor, aprovecho esta entrada para comentar, como respuesta final, el último mensaje que Francisco he publicado dos entradas atrás.
Siento, Francisco, muy de veras haberme convertido en tiniebla y no en luz para ti, pues ese era mi deseo. Pero, francamente, no puedo creer en el Dios que describes y tampoco en el Jesús a que aludes, el que fustigó a los duros de corazón (y por eso precisamente lo mataron), pero que al final, según confesamos, murió por "los pecados" de todos los hombres.
Si uno se para a pensar, siendo rigurosamente lógico, en su cabeza no puede caber algo tan monstruoso como el infierno. ¿Acaso no ves que el infierno, de existir tal como lo entendemos, sería mucho más terrible que el más horroroso de los holocaustos? Ah, sí, me dirás, pero el infierno lo crean (lo llenan y le dan sentido) los hombres que se empecinan en obrar el mal (por cierto y por mucho que te extrañe, es imposible proponerse "hacer el mal", pues toda acción, incluso la más depravada, busca algún tipo de bien, alguna apariencia de bien, aunque se trate objetivamente de un contravalor, de un mal) buscan un beneficio o un bien aparente. De hecho, sea dicho con todo rigor, si entendemos que Dios es el bien supremo, nadie podrá nunca ni ir contra él ni rechazarlo de plano.
De existir, el infierno sería “un ente creado por Dios". En ese caso, cabe preguntarse que, si antes de la creación (ciertamente no cabe ese “antes” porque es categoría temporal y el tiempo comienza con el big bang) solo existía Dios, después de ella la cosa se convertiría en pura mierda. Mejor habría sido que Dios no se hubiera echado a la espalda sus alforjas para semejante viaje. Auscúltate un poco a ti mismo, querido amigo Francisco, y pregúntate si tú serías "feliz" en el cielo si supieras que una persona muy querida tuya estuviera en el infierno.
Que la humanidad terminara perdonando y liberando a Rudolf Hess, el terrible monstruo nazi, preso en Spandau, demuestra a las claras que ningún código humano sería capaz de esbozar una pena como la del infierno. La vida, nuestra forma de vida, ya es de suyo suficiente pena incluso para equilibrar la "maldad" de los más duros criminales. No sé qué te pasará a ti, pero a mí me sucede que ver sufrir a mi más furibundo enemigo un castigo penoso derrite mis entrañas y da al traste hasta con mi "infinita" sed de venganza. Y si eso me ocurre a mí, que soy menos que una mierda pinchada en un palo, ¿cómo puedo pensar en un Dios insaciablemente vengativo, un Dios que no sea todo él y siempre pura misericordia?
Créeme, amigo, si en esto yo estuviera equivocado, mi decepción sobre el mundo que tenemos entre manos sería de tal calibre que lo maldeciría enrabietado y me quitaría de delante, pues ¿cómo podría amar y adorar a un Dios que fuera capaz de condenar a un solo hombre, por muy equivocada que haya sido su conducta, a un castigo de insoportable suplicio eterno? Lo menos que podría hacer sería mandar a ese Dios al cuerno. Pero en verdad, creo en un Dios fabuloso, tan generoso que se expande a sí mismo en una creación que terminará incorporando a su propio ser, siendo él todo en todos. Y creo en un Jesús, modelo consumado de humanidad, a quien debemos imitar viviendo, es decir, relacionándonos con todos los seres en plan "valioso", en un proceso continuo de mejora de nuestra forma de vida (Eladio sí que es luminoso con su genial sistema de los valores y contravalores)...

Ramón Hernández dijo...

...
El Paraíso y el Pecado Original fueron un “constructo teológico” (un cuento infantil) para explicarse el horroroso problema de la presencia del mal en el mundo; el infierno fue otro constructo similar no solo para confinar de alguna manera, tras su muerte, a “los malos irredentos”, sino también para alertar a los “fieles vivos“ (parábola, por ejemplo, del rico Epulón); el purgatorio, un mero recurso teológico para cumplir en la otra vida lo del “ojo por ojo y diente por diente”, a la vez que se podía sacar algún provecho de rezar (ofrecer misas) por las “ánimas” que lo habitan; lo del efímero limbo, un lugar imaginario para encerrar a los niños que morían sin bautismo, porque era horroroso pensar que irían al infierno por el solo pecado original que tenían; lo del limbo de Abraham fue la repera como lugar donde permanecían, como en punto muerto, los justos que habían muerto antes de la redención obrada por la muerte cruenta de Jesús, es decir, antes de que Jesús abriera el cielo para nosotros, los pobres mortales. Como ves, al decir de Eladio, fueron muy atrevidos todos ellos (los teólogos y los moralistas) al hablarnos tan profusamente de un más allá del que, en realidad, ninguno de ellos (tampoco nosotros) sabía absolutamente nada.
Ahora, tú mismo, Francisco, piensa con rigor y saca tus conclusiones. La mía, tras todo esto, es que debo pedir muy sinceramente perdón a todos los lectores de este blog por el ladrillazo y la tabarra que les he dado con el tema. Espero que ninguno de ellos me sepulte en el purgatorio o me confine eternamente en el infierno. Gracias. Aunque, eso sí, si hay infierno, lo quiero todo para mí, pues de corazón deseo que nadie más tenga que entrar en él, ni siquiera los desgraciados e imbéciles diablos, porque mira que estos sí que jodieron la marrana sin ningún miramiento, ellos que, como supuestos “espíritus puros”, ya contemplaban la suprema belleza que es Dios. ¡Con lo sencillo que es enfocar la cosa con la categoría de los valores y contravalores y, tras ello, poder contemplar bien iluminadas las profundidades del océano o del misterio que somos! Gracias a quien haya sido capaz de leer hasta aquí y un feliz y bonito día de otoño para todos.

Ramón Hernández dijo...

En la segunda línea de la primera parte de mi comentario, lo de "Francisco he publicado" es, obviamente, "Francisco ha publicado". Gracias por leerlo bien.

MANOLO DÍAZ dijo...

Mi gūela, Jesusa, era una aldeana de la Asturias profunda, sin oportunidades escolares. Tenía mucho sentido común que aplicaba a sus circunstancias humanas y divinas.
Respecto al infierno sentenciaba la cuestión con un argumento irrefutable:
“Fíu, eso que diz el cura del infiernu ye to mentira. Nun pué haber un infiernu aquí y utru n’el utru llau”
Jesusa locuta, causa finita.
Ramón y Francisco, gracias por vuestras reflexiones, serias y teológicas. Anticipo que admitiréis con humor el tono socarrón de la mía.
Un abrazu grande.

Ramón Hernández dijo...

Manolo, suscribo al cien por cien la sabiduría de tu güela y me apunto a su escuela. Francisco, ya veo que te es imposible salir airoso del laberinto de la libertad. ¿Tan difícil es percibir que es de todo punto imposible "querer" alejarse de Dios y vivir dándole la espalda, y no digamos mandarlo a la mierda tras la muerte? Lo es porque, si hablamos del Dios de verdad, del serio, del lógico y consecuente, no del que nos parezca a nosotros, incapaces de armonizar misericordia (perdón) y justicia (condena), es decir, de Dios en cuanto supremo bien, nadie puede rechazarlo nunca en ninguna circunstancia. De ahí mi firme convicción de que nadie puede ser ateo y mi aseveración de que pecar (ofender a Dios, ir contra él) sea de todo punto imposible. Lo que llamamos pecado es, llana y simplemente, una "equivocación", y ahora, tras estudiar a Eladio, diré mejor un "contravalor". Ya la vida, este auténtico infierno-purgatorio, nos prepara para, tras la muerte, llegar "limpios" a la casa del Padre.
En cuanto a la Iglesia, Francisco, amigo mío, si te refieres a cosas de curas, obispos, etc., pues no, no me va en absoluto, pero me entusiasma y encandila por completo la "iglesia de Jesús", la comunidad universal que es eucaristía, la que nos convierte a todos en comensales habiéndonos exigido antes que nos "hagamos comida", es decir, la que nos convierte a nosotros mismos también en pan de vida y en bebida de salvación para ser, a su vez, comidos y bebidos por los hermanos. En cuanto a los otros, los nombrados, es decir, los curas y obispos, etc., los escucho con devoción cuando de su boca salen auténticas palabras de sabiduría, y los venero y reverencio cuando veo que su vida se parece realmente a la de Jesús. Todo lo demás, lo del poder y la parafernalia, lo de príncipes de la iglesia y vestir todo el año de carnaval, pues que no me va, como tampoco me va asistir a unas misas, salvo por compromisos sociales, que poco o nada tienen que ver con la Cena del Señor.
De todos modos, estos temas o, quizá mejor, estas chifladuras interesan a muy pocos, ocupados como anda la inmensa mayoría en bregar con una vida que, por cada palada de cal que te da, te endosa toda una docena de ellas de arena, y cuyo horizonte vital no va más allá de que ganen la liga el Real Madrid o el Barcelona, de que gobiernen Feijoo o Pedro Sánchez y, claro está, de que el sueldo llegue a fin de mes permitiendo tomar unos vinitos por el camino. Pues también todo ello es vivir y, como tal, muy cristiano, a condición de que no sean incautos, chapuceros y depredadores. La gran sabiduría reside, me parece a mí, en descubrir que la virtualidad constructiva de los valores es muy superior al evidente atractivo efímero de los contravalores y en que Jesús de Nazaret, modelo de humanidad, es el Valor sin tacha ni minuendo posibles.

Francisco yeguada 61-67 dijo...

supongo que lo que paso a lo largo de la historia y citando a lo mas proximo que fue el holocausto me imagino que no solo quedara en una simple equivocacion como dices tu. Pero esos principes de la Iglesia que dices tu han recibido la autoridad y el poder , aunque sean pecadores como nosotros, para actualizar hacer presente la pasion, muerte y resurrecion de ntro Señor Jesucristo en cada Eucaristia y hombre en esto estaremos de acuerdo. Que Dios te bendiga y tambien para Manolo Diaz.

Ramón Hernández dijo...

Gracias, Francisco, parece que entre nosotros hay algún punto de encuentro. Si como paradigma de monstruosidad nos fijamos en el holocausto, piensa que los hijos de puta que los causan no dejan de ser, a la postre, unos niños que forzosamente se ven inválidos y suplicantes frente a la gran verdad de la muerte. Sin duda, la vida termina cobrándoles un serio tributo por unas fechorías (sumamente dramáticas) por las que mi conciencia y sensibilidad cristiana jamás les exigiría el tributo de un tormento eterno, condena que ni siquiera cabría en nuestros códigos penales y, mucho menos, en nuestra sensibilidad de seres humanos. En cuanto a lo que atribuyes a la autoridad, si hablamos en cristiano se vuelve rigurosamente "servicio", no dominio. Y no es en la autoridad donde se perpetúa el misterio de la redención de Cristo, sino en la vida del fiel cristiano, en la vida de todo ser humano.
Que septiembre haya sido un buen mes para todos y que octubre lo sea todavía mucho más.

Francisco yeguada 61-67 dijo...

Bueno Ramon voy a terminar estos encuentros con las reflexiones que hemos hecho y despedirme por supuesto hasta la proxima agradecientote el repeto y la tolerancia que has mantenido y que yo tambien he procurado tenerte y ver como ambos dos buscamos la Verdad que es ni mas ni menos que JESUS EL SEÑOR. Por supuesto no coincidimos ya te lo dije al principio porque si me dices que lo de los angeles caido es mas o menos un cuento entonces a nuestros primeros padres y tambien a nosotros no nosw pueden tentar nadie y si esto es asi como dices entonces Jesus tenia que haber terminado la oracion del Padrenuestro que enseño a sus discipùlos al llegar " asi como nosotros perdonamos a nuestros deudores y lo siguiente "no nos dejes caer en la tentacion mas librado del maligno, del malo, del mal" esto sobraria y tambien sobraria las tentaciones de Jesus en el desierto. Terminoi diciendote que Dios te bendiga . Gracias.

Francisco yeguada 61-67 dijo...

en donde pone librado tiene que ser mas libranos.

B ALDO dijo...

Creo que tanto Ramón –que es doctor en teología–, como Francisco –que se considera ignaro de este saber– no habéis hecho más que «literatura fantástica», como quería Borges que fuera la teología. Pero la cosa es más sencilla y radical: Jesús es la salvación de Dios, es decir, el medio de la salvación de Dios. La palabra «salvación», como la palabra «salvador», tiene para muchos cristianos –teólogos incluidos, por supuesto– el significado restringido de «ir al cielo» después de la muerte. Jesús en cuanto salvación de Dios se convierte en Jesús como medio divino para «ir al cielo». Sin embargo, Eladio Chávarri, tan admirado por Ramón, enseña que la salvación ha de actuar sobre todas las clases de valores. ¿Por qué? Sencillamente, porque estos son la causa de los sufrimientos humanos. Ahora bien, si los padecimientos son el asunto más acuciante para cuantos reflexionan sobre el ser humano, con mayor razón el dolor de los inocentes ha de ser inexcusablemente el centro y el objetivo fundamental de toda reflexión teológica que trate de Jesús el Salvador. Hay que decir que hoy son muy pocos los teólogos sistemáticos que tienen en cuenta todo esto, porque la teología cristiana sigue siendo una reflexión de evasión de su objetivo fundamental, el culmen de la literatura fantástica, con lo que la preocupación por las víctimas ha tenido poca o ninguna repercusión en las formulaciones teológicas fundamentales.

BALDO dijo...

ERROR GARRAFAL: donde dice «Eladio Chávarri, tan admirado por Ramón, enseña que la salvación ha de actuar sobre todas las clases de valores», debe decir «sobre todas las clases de CONTRAVALORES».

Francisco yeguada 61-67 dijo...

Baldo, ya somos tres en la busqueda de la verdad. Si tu crees que es literatura fantastica por supuesto que sera tu opinion pero negar la existencia del infierno, la del purgatorio, la de los demonios (angeles caidos ) e incluso poner en duda el pecado, yo en mi ignorancia o ignaro, no me lo puedo creer. Solo hay que leer, meditar y orar los evangelios para comprender lo que Jesus paso en las tentaciones en el desierto o escuchar la oracion que Jesus enseño a sus discipulos que al final de la misma "no nos dejes caer en la tentacion y libranos del malo (los diablos ). ¿ tu crees que antes de presentarnos ante Dios no habra primero que ducharnos espiritualmente ? te digo esto referente a la existencia del purgatorio. Por supuesto que yo creo que Jesus es la salvacion de Dios y tambien se que hoy en dia y durante toda la historia la Cruz ha sido sera para muchos escandalo incluso para teologos y no teologos. Literatura fantastica es precisamente creer que el diablo no existe y asi nos va solo hay que ver como esta esta nuestra sociedad, nuestra Eurupa y nuestro mundo en general. Quizas nos haga falta a todos y a mi el primero tener una vivencia con el Jesus que es Dios y hombre y que nos ofrece a todos esa salvacion pero que nos dice que para llegar a ese Cielo, a esa meta hay que seguirle a EL y ya sabemos por donde paso el por la Cruz para despues poder mostrar su gloria en la Resurrecion. Esas negaciones que hago mencion fue el motivo de dialogo entre Ramon y yo.Que Dios te bendiga

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