Y con este tercer vídeo, despedida y cierre de lo sucedido el día 6 y grabado por gentileza de David, querido alcalde la Virgen del Camino, quien nos cedió su equipo y su personal (Gracias, Sergio) que nos atendió durante toda la jornada.
De nuevo gracias sinceras.
6 comentarios:
Parte1
¡Por todos los dioses, cuánto me emociona escucharos cantar ese Himno que todos llevamos inscrito con caracteres indelebles en nuestro corazón!
"Desde niño mis labios entonan tu canción" en la voz de Ingartze me ha retornado a nuestra cristalina cuerda de tiples y a la cariñosa sonrisa del padre Torrellas siempre que nos dirigía esta conmovedora estrofa inicial. ¡Qué aromas de tomillo y de aquel pinarito en ciernes que flanqueaba el camino de El Valle…! El don melódico de don Joaquín y su envolvente harmonía aún acarician de música y nostalgia a aquellos niños que fuimos y aún volvemos a ser en estos mismos bancos.
"Ave María, estrella del camino…" Se me eriza la piel de todo el cuerpo con este majestuoso y procesional coro de peregrinos digno de formar parte de una ópera en su momento culminante. Si yo hubiera llegado a ser compositor como soñé en mi desolada adolescencia entre vosotros lo hubiera engastado como una cita a modo de la joya más preciada entre mi música. Y lo escribo todo seguido sin una sola coma porque es en borbotón como me brota este contaros sueños, mis amigos. "Reina de la montaña…" todas las altas nieves de las hermosas cumbres del reino de León cantan aquí y cantaban en nuestras verdes voces afrutadas de chicos y en estas voces de ahora tan conmovidas de años y de leguas. "Guía mis pasos, no me desampares, soy caminante…" tengamos fe aún o la hayamos perdido en el camino, ¡qué palabras tan dulces para los solitarios que al cabo todos somos ante tantos finales como se nos anuncian cada día, la muerte de los nuestros, la salud y vigor que antes tuvimos…¿a quién decirle no me desampares? "Ave María, estrella del camino…": coro de peregrinos que, como en Tannhäuser de Ricardo Wagner, me gustaría escuchar en lejanía, sonando desde los fondo o los sótanos de un escenario y acercándose lentamente desde la chácena hasta entrar en escena por una de las calles laterales en el momento cumbre de la música e ir saliendo por el lado opuesto y perdiéndose gradualmente su ensalmo en un rumor lejano de leyenda fuera del escenario…
"Tú has sido, madre mía…" esta pequeña canción, como una suplicante serenata de trovador, que en la clara voz de Josemari nos ha traído a los labios del alma aquel "agua limpia y pura" del regato de El Valle entre los chopos y las zarzamoras, siempre nos mecerá con su romántico aire montés de romanza perdida…
(continúa)
Parte2
"Madre de amor inmenso,
no dejes agotar…" Esta tercera estrofa a tres voces blancas emanaba en aquella poética reverberación acústica del santuario una aérea transparencia que yo he intentado acercaros con los registros más etéreos del órgano. Creo que no lo conseguí. Si no pasan otros 17 años antes de que volvamos a ese coro -pues de lo contrario tal vez sería ya en el otro mundo- sería muy hermoso escucharla cantada por tres solistas tenor barítono y bajo. Creo que a todos se nos ha pasado por la cabeza que tal vez ésta podría haber sido nuestra última reunión allí. Por eso me empeñé con los organizadores en que rememoráramos y disfrutáramos el himno completo, cosa que creo nunca se hizo entonces pues sólo se elegía una de las estrofas. La irisada transparencia de esta estrofa me asaltó hace poco muy proustianamente, en un vuelco súbito del corazón y del cerebro, en el Teatro de la Comedia de Madrid en una representación de El castillo de Lindabridis de Calderón de la Barca. Escuché estos dos versos:
"…páramos de cristal,
golfos de niebla…"
Y me sentí rodeado, inundado, anegado, de aquellas rutilantes escarchas invernales que atisbábamos atónitos detrás de los cristales del estudio y las clases…de aquellas melancólicas e inquietantes nieblas del colegio en las largas horas de estudio en torno a Navidad, lejos de nuestra casa… ¡oh Calderón, por siempre en la memoria de aquel teatro de cámara que tuvimos, posado blanco y grácil al lado del abismo de aquellas vidas nuestras que empezaban, un castillo quimérico como el de Lindabridis que se desplazaba de una región a otra volando por los aires… (tal vez, me dice Juanma, "El castillo ambulante" del Estudio Ghibli podría estar inspirado en el de Lindabridis…).
"Dame madre tú mano…" Creo interpretar el sentir de todos diciendo que ésta era nuestra estrofa favorita. Su sencilla y profunda inspiración melódica y harmónica te transía el corazón. Y así he tratado de verterla en ese órgano que es otra máquina del tiempo como sonando en esa catedral sumergida de la que os canté hace pocos días cuando pensaba en reunirme con vosotros, emergiendo, chorreante de incólume belleza desde el fondo de todas nuestras vidas…
"…páramos de cristal, golfos de niebla…"
Santos Vibot
Amigo querido Vibot, nunca me había parado a reflexionar sobre la hermosísima letra del Himno a La Virgen del Camino. La cantaba, me emocionaba pero no la sentí con el corazon que a ti te bombeó las palabras que nos dejas. Un placer leerte, ser tu amigo y saberte feliz y acompañado.
Un fuerte abrazo, que sabrás compartir.
Tejito, Táxulus querido, claro que he compartido con Juanma el cariñoso abrazo que nos mandas.Fue superagradable compartir cena contigo, con Heredia y con Seque y su mujer en el restaurante El Santuario...aquella ensaladica con cebolla caramelizada, queso de cabra y cecina, los mejillones , las ricas croquetas y los sabrosos calamares. Pero sobre todo la cálida compañía, palique y risas que disfrutamos juntos.
Al día siguiente, tras las últimas despedidas en el desayuno, qué paseo delicioso con Cícero escrutando los bronces de las puertas de Subirachs, con los calcinados gigantes de la fachada reluciendo esplendentes bajo la llovizna...
Yo ya soy viejo y me veo como tal: impresionable y de corazón permeable. Estoy pagandp el tributp universal de hacerme, sentirme, volverme niño. Repito ciclo hasta completar ciirculo completo El acto del reencuentro ha sido para míregenerativo y cálido, medicinal para el alma.
Hoy convivo desde el sábado con cuatro sensaciones muy profundas, desbordadas, especiales:
acariciar a Marta,que se dormía,
saludar a la viuda de Andrés Cortés,
abrazaros a tpdos al veros.
flotar en el Santuario después de años,
el abrazo final entre Manolón y Rodrigo. (perdonadme)
Un beso.
Beso para tí ALBERTO, el grande, Tú tambien estás dentro,muy dentro siempre.
Beso muy grande,
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