miércoles, 4 de octubre de 2023

UN CANDIL LUMINOSO (Por Pedro G. Trapiello)


A mi mesita de noche ha llegado un bálsamo para perfumarme el sueño con gracia bonita y fragancia clásica. Por ser de intensidad afable, es libro chico que se va haciendo auténtico librazo a cada paso de página; y jamás vi candil más brillante para encender las rinconadas del ingenio cervantino y su ingenioso hidalgo. «Bienvenidos al Quijote» titula esta guía en ramilletes su autor, leonés tan cercano en su distancia alicantina, Luis Carrizo, maestro en letras, en saberes y en conducción educativa, cuya modestia y estilo, además, agrandan su innegable talla que como persona tiene también sobradamente demostrada. 
Por si fuera poco leonesa la autoría, también es paisano quien edita y maqueta este libro con un primor nada usual, Lalo Fernández Mayo, tan recordado y añorado en este periódico. 
Y cuasi leonés desde su vecindad cántabra es Isidro Cicero que abre esta amenísima e instructiva lectura con un invitatorio tan incitador, que hace necio a quien desista de gozar de las páginas que ahí le aguardan... porque Carrizo no defrauda deleitando e instruyendo de tal modo, que este libro se hace joya per se describiendo el monumento de un Quijote que, sin un buen guía, muchos abandonan o van de monte a venta buscando lo que no cabe hallar, pues no es novela al uso, siendo la primera en la historia de la literatura, ni debe esperarse mayordomo felón, pasión de epopeya o boda final de perdices felices como no sean las nupcias entremetidas de un Camacho con mantel para inflar el ojo y la ansiosa andorga de Sancho.

No necesita Carrizo la erudición rocosa de cervantistas que relucen adulándose o maldiciéndose. Su sencillez y calado hablan de lo hondo que ha leído, relee y conoce el Quijote, lectura pendiente de tanto español que ahora, si va de la mano de este impagable cicerone, lo hará gozando y aprendiendo entretenido en la agudeza, gracia y ternura que musican su lectura (ojo: leer este «Bienvenidos» -LAR libros- obligará, sin obligar, a leer el Quijote a quien ni tuviera esa intención; es más, con sólo leer a este Carrizo parecerá que ya lo ha hecho).

3 comentarios:

Ramón Hernández dijo...

No se podía decir más con menos palabras ni componer con mejor música un "bello laudes" casi litúrgico. Corriendo me voy ya a por "El Quijote", tal como me propuse cuando acepté la "Bienvenida" de Luis, seguro de encontrar en él una salida honorable a todas mis dudas existenciales y, desde luego, una puerta de emergencia para escapar del fuego cruzado político que nos envuelve opresivamente. Mientras, las hojas comienzan a caer, embelleciendo en su ocaso nuestros bosques, y el paso rápido del tiempo, tras la recreación navideña, nos convoca a un nuevo resurgir de la vida. Mañana ya nos hemos apuntado siete, más que magníficos, al encuentro filosófico-gastronómico de la Casa del Dago. Quedáis todos invitados, al menos a brindar en la distancia. ¡Vivir la vida!, simplona redundancia verbal, es el gran misterio y el más digno propósito.

Lalo dijo...

Si alguien ve a Pedro, por favor, trasmitidle mi agradecimiento por su artículo.
Salud a todos

Amador Robles dijo...

Hola.Querria comprar un ejemplar.Me puededecir alguien el CÒMO a mi correo amador8576@gmail.com
Gracias

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