COGITACIONES (sive) ESPECULACIONES DEL DOMINICANO FORÁNEO EN LA VIRGEN DEL CAMINO
Sobreestimando sin duda mi condición, de viejo postulante a la Orden de Predicadores, me pide mi primo Carmelo Flórez Cosío (el sí antiguo alumno de dicha santa casa) unas consideraciones sobre el Colegio de la Virgen del Camino [en adelante L.V.C.].
No tengo nada que oponer, faltaría más, a su solicitud, pero advirtiendo al anónimo lector que mi relación con la sede de la Patrona de León es más bien virtual, habida cuenta de que pocos meses antes de incorporarme al centro recién estrenado y procedente del Seminario Iberoamericano de Misioneros Dominicos (sic) de Villava, Pamplona, y debido a mi mala cabeza, dejé de ser un Aspirante a la Orden de Predicadores (AOP), las siglas que ligábamos siempre a nuestra firma.
Lo que yo viví -en vivo y en directo, como suelen decir algunos reporteros- de L.V.C. prácticamente se resume en la visita que, en compañía de familiares, hice al nuevo complejo católico el mismo día de su inauguración.
Que recuerdo como una jornada espléndida de luz y de emoción, a la que acudió su gran benefactor (dicho de forma coloquial, el ́pagano ́), el indiano leonés don Pablo Díez Fernández, inmensamente rico gracias sobre todo a la fabricación en Méjico de la conocida cerveza ́Coronita ́.
muerte de Ignacio Sánchez Mejías. Aún resuenan en mis oídos las carcajaditas de mis condiscípulos cada vez que sonaba el inmortal ritornello “...a las cinco de la tarde”.
Un nuevo himno, ¿por qué?
...En Villava yo no fui precisamente santo de la devoción del estupendo músico P. Ángel Torrellas, asturiano de Villaviciosa, muy vinculado a la familia de los Soria, los dominicos hermanos de Florentino (Soria), amigo y colaborador cinematográfico de Luis García Berlanga y a su vez padre de dos efímeros alumnos de L.V.C. El P. Torrellas fundó y dirigió la Escolanía del Seminario, que cosechó un gran éxito a mediados del decenio de 1960 con un disco single de villancicos leoneses, a partir de arreglos que realizó él mismo.
Bajo su dirección seinició en la Música el aspirante burgalés Víctor Pablo Pérez, convertido años después en prestigioso director de orquesta.
...Me gustaría hilvanar este mi propósito musical con un hecho que me sorprendió en el curso de aquella jornada inaugural del nuevo santuario y seminario adjunto. Resulta que al final de la misa solemne, creo que oficiada por el nuncio del Vaticano en España, el coro interpretó un himno nuevo a nuestra celestial patrona para poner colofón a la solemne ceremonia. Porque la cosa tiene bemoles, ya que los fieles asistían, estupefactos, a una suplantación, en letra y música, del himno con el que estábamos familiarizados de siempre los leoneses de toda la vida (“Oh Virgen del Camino, Reina y Madre del pueblo leonés”.., etc., o sea el introducido décadas atrás para la coronación canónica de la venerada imagen, cuando frailes agustinos regentaban el santuario histórico.
El autor de su letra era el P. Gilberto Blanco (Gilberto de Coyanza , porque era natural de Valencia de Don Juan, la histórica Coyanza). La música, compuesta por el entonces maestro de capilla de la catedral legionense, maestro Manuel Uriarte, es sencilla, pegadiza, en definitiva, tremendamente popular. Lo que trato de decir es que un aggiornamento semejante no sirvió de mucho. Puesto que el público devoto, me parece a mí, se resistió a aceptar la pieza firmada por el salmantino P. José María Guervós -un dominico de vocación tardía con muchas tablas en teatro, festivales y espectáculos varios-, musicada por un señor de nombre Joaquín Félix Hernández.
Compendio de las Bellas Artes
...Y pues venimos hablando de arte, L.V.C. nueva fue objeto de enorme interés, empezando por la propia construcción, basada en el proyecto redactado por el arquitecto dominico, item de vocación tardía, como decíamos entonces, Fr. Francisco ( ́Curro ́ en el trato doméstico) Coello de Portugal [según el Registro Civil, Francisco de Paula Coello de Portugal y Acuña, Goicoerrotea y Gómez de la Torre], doctor arquitecto de noble linaje sevillano. Fue él quien se sirvió del escultor catalán Josep Subirachs -continuador de la obra inacabada, tal vez inacabable de Dalí en el templo barcelonés de la Sagrada Familia- para recubrir la fachada del santuario con esos impresionantes, expresionistas, Doce Apóstoles. Y además del maestro de vitralistas P. Domingo Itúrgaiz -nacido por cierto en el pueblo de Villava, artífice de las correspondientes vidrieras. Todo esto nos lleva a resaltar el papel que por aquella época jugaba la Orden de Santo Domingo como renovadora de la arquitectura religiosa en España; por ejemplo, recurriendo a creadores de primera fila como Miguel Fisac, que proyectó la edificación de los conventos deMadrid/Alcobendas y Arcas Reales (Valladolid).
Aunque, claro está, muy alejados de los dominicos clásicos como Fra Angelico o piadoso exponente del Barroco pictórico español, Fr. Juan Bautista Mayno – o,dentro del siglo XX, Fray Pedro Berceruelo - éste ́hermano cooperador ́, según designación modernizada, puede que postconciliar, impuesta a quienes antes eran simples ́hermanos legos ́-, el que, profeso en edad tardía, decoró con vistosos frescos los venerables muros del Colegio de Villava.
...En el apartado de personal, no puedo dejar de referirme a la saga de los García Trapiello: José María, el único que perseveró y que actualmente desempeña una labor pastoral en Santiago de Compostela. Durante el pontificado de Benedicto XVI quedó habilitado por Roma como exorcista, una función canónica nada desdeñable en tierra de meigas y de conjuros. Y sus hermanos: Andrés, escritor en la cumbre del éxito dentro el Parnaso español actual; y además Pedro, seminarista corista de voz descollante en la Escolanía dirigida por elmaestro Torrellas (el mismo que, andando el tiempo, sería misionero en Nicaragua donde, según alguien me contó, se comprometió de alguna manera con la causa sandinista). Pedro G. Trapiello brilla con luz singular en la Prensa leonesa del último medio siglo como articulista de sagaz y bien afilada pluma, amén de autor de libros de diagnosis de la problemática regional que destacan por su enorme agudeza.
Que me perdonen aquellos otros literatos que, ignorante yo -y siempre sin olvido consciente o menosprecio- no figuran en esta nómina cogida a voleo de antiguos
alumnos de L.V.G, que probablemente lucen en el firmamento literario de la Nación.
...Y en aquel contexto de monjes apolíneos, nada como fama, lo que se dice fama – ésa que sólo se propaga como los grandes secretos a voces- es la que acompañó el mítico P. Sama: ¿una leyenda urbana? Tal era su atractivo personal (y pastoral, claro) al estilo del Don Juan de Mañara machadiano- que se decía irresistible especialmente a los ojos de las alumnas leonesas de los colegios ́de pago ́, aquéllas que hacían cola ante el concurrido confesonario [¡no escribamos nunca confesionario, que es muy otra cosa!] del P. Sama, donde le confiaban los pecados, quiero pensar que veniales, de su represora y reprimida adolescencia. Algunos que le trataron, puede que más mordaces, hicieron del fabuloso dominico una especie de Casanova con atuendo talar; vaya, que muy poco émulo del bicolor, o sea poco émulo de aquel impúber y castísimo Tomás de Aquino.
No cuento estas frivolidades a humo de pajas, pese a que por cima de todo L.V.C. constituyó para mí la luminaria más próxima en el contexto de aquella especie de nuevo Siglo de las Luces de la Orden dominicana, cuando los teólogos más influyentes del Concilio Vaticano
Aquila non captat muscas
...Siempre como foco de irradiación dominicana, así espiritual como intelectual, por L.V.C. y aunque fuera sólo en calidad de invitados han desfilado muy curiosos personajes. Tales como luego exclaustrado Juan Francisco Martín Seco, economista del Estado que desempeñó varios altos cargos en la Administración, profesor universitario y sagaz vigía de la actualidad económica en las páginas del diario ́El Mundo ́.
¿Añadimos en este punto otra leyenda urbana? De Martín Seco llegó a decirse que tras ganar -naturalmente por oposición- un puesto en el Servicio de Estudios del Banco de España, acostumbraba a oficiar la misa en una improvisada capilla en los mismos sótanos donde se guarda el Tesoro Nacional. Otrosí el padre -al menos por aquellas calendas- Pablo López de Osaba, que en 1992 fue comisario de Madrid-Capital Cultural de Europa, precedido del prestigio alcanzado como director del Museo de Arte Abstracto de Cuenca y de su muy acreditada Semana de Música Religiosa.
Y aunque no aparezca directamente conectado la marcha vital de LVC, pero no menos consecuente con el resurgir de la Ordo Predicatorum a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, nos damos de manos a boca con un ilustre exclaustrado más. Me refiero al otrora P. Francisco José Ayala, biólogo genetista y autoridad mundial en Biología de la Evolución, catedrático de la Universidad de California, fallecido este mismo año recientemente bajo el estigma, el acaso y el feroz descrédito por parte de las activistas del movimiento MeToo. Parece que una vez más tiene que haber de todo en la Viña del Señor; cuyos designios, por muy científico que seas, son inescrutables.
Alea jacta est!
...No quisiera concluir esta pretenciosa evocación -virtual, que no directamente vivida, según dije- del seminario/convento de la Virgen del Camino sin referirme al preclaro dominico leonés P. Aniceto Fernández, que siendo superior general de la O.P. impulsó la fundación de aquél.
Este gran reformador -o si se prefiere, modernizador- de la poderosa corporación eclesiástica, en sus inicios una de tantas órdenes mendicantes, aprovechó los vientos favorables del último Concilio para que la marca de Santo Domingo de Guzmán despuntara una vez más en historia de la Iglesia Católica. Como se nos confesó en su momento, fue el P. Aniceto -con su pelo blanquísimo y su continente de senador romano- el que a sugerencia del Dr. Gregorio Marañón ́fichó ́ para la familia dominicana al conversopolítico republicano Rafael SánchezGuerra. Estaba entonces a la cabeza de la Provincia de España, con sede en Salamanca.
Aun a riesgo de hacerme tedioso con la esta perorata acerca del hoy -ay agostado- Seminario de L.V.C., me gustaría hacer una pequeña observación, de índole sociohistórica, sobre la ribera del Curueño, la que el escritor Julio Llamazares designó “río del olvido”, histórica cantera de vocaciones, cuna de sabios y sobresalientes frailes del hábito dominico.
Allí nacieron teológos y tratadistas como los PP. Luis Alonso Getino (Lugueros, 1877- Madrid, 1946), autor de un polémico ensayo - aparecido en 1934 bajo sospecha de herético- intitulado “Del gran número de los que se salvan”. ¡Pues hasta ahí podíamos llegar!, alegaban los impartidores del nihil obstat: vamos, que Dios, en su inmensa bondad, no podía permitir que ningún alma, por pecadora que fuese, acabara en las llamas del infierno.
Y nacido en el mismo Lugueros, el famoso P. Juan González Arintero (1860-1928), firmante de originales estudios científicos en línea con la teoría evolucionista de Darwin, cosa que le acarreó no pocos problemas con la autoridad canónica de su tiempo. Y otros frailes no menos dignos de recordación pero que -ruego se me perdone- no me llegan momentáneamente a la memoria.
...Rezo ahora por cuantos dejaron, al correr de los años, aquel centro que proyectó tanta luz de saberes y de sueños en un tal vez irrepetible instante áureo de la Orden de Predicadores. Y rezo por mí mismo, y más aún porque no llegué a vivir dentro de aquellos próceres muros, Y es que como digo al principio, ́roto casi el navío ́- elegí quedar encallado en medio de nuestro proceloso mundo. No insistiré: por mi mala cabeza. Muchas gracias, condescendientes lectores.
Gonzalo García Sánchez (Garcival) (Redactado en Sabero (León), verano de 2023).
3 comentarios:
Me abruma y anonada meter las narices en una historia tan prolija como rica de la orden de Predicadores, a la que pertenecí al menos en un tiempo pasado, construida ágilmente tras asentar meritoriamente uno de sus pilares en La Virgen del Camino. Música, arte, literatura..., en fin, "uvas verdes" para la zorra de marras. Y, sin embargo, a mi criterio, a esta crónica le ha faltado fijarse en uno de sus más sólidos pilares, posiblemente el que más: el valor histórico y fraternal de este mismo blog de antiguosalumnos, en cuyas canteras algunos anónimos, cual operarios esclavos del Egipcio Antiguo, batallamos con cuñas de madera para extraer las moles necesarias para alzar tan sólida (?) pirámide. Véase en el interrogante que precede no una crítica a esta entrada, tan digna de reconocimiento y de elogios, sino un aldabonazo a cuantos no se atreven o no quieren meter aquí las narices, aunque solo sea para saludar y desear los buenos días, cosas tan sencillas que están al alcance incluso de los más vagos.
Antes que nada, Garcival, quiero señalarte que, tras leerme tus Cogitaciones sive especulaciones de cabo a rabo, no quiero que me consideres entre tus lectores condescendientes, que no creo, por otra parte, que los tengas, sino entre los complacidos. Este blog lleva muchos tiros pegados (bueno, en Sabero a lo mejor decís barrenos) y muchos de los personajes a los que has pasado revista tienen su ficha, su historial y hasta su currículum entre sus virtuales páginas, pero como en esto del arte de narrar el orden de factores sí altera el producto, a mí me ha complacido mucho ver juntos a tantos y tan diferentes y variopintos personajes en esa gran fotografía de familia que nos has enviado.
Me ha llamado la atención el estremecedor final de Sor Sonrisa, que yo desconocía. Y me ha hecho sonreír la mención a esa particular habilidad de que haces gala –tus motivos tendrás- para pronunciar el amasijo de letras que forman el apellido del inspirador del catecismo holandés; aunque, hecha la salvedad de que yo no sé pronunciarlo, con lo que no puedo valorar su dificultad, dudo que ésta sea mayor que la de transcribirlo. ¡Qué idiomas hay por el mundo, Virgen del Camino, reina y madre del pueblo leonés!, ¡qué idiomas imposibles se hablan por ahí! Llamarse Schillebeeckx, con lo fácil que es llamarse Garcival como tú, que hasta suena a caballero de la Tabla Redonda.
En fin, Garcival, que me ha gustado tu galería de personajes, los grandes, los medianos, y los pequeños o grandes comentarios sive anécdotas con que los has ilustrado.
Bueno es que fluya savia nueva que impida que este árbol, en tiempos frondoso, se agoste, incluso, se agote. No teníamos, yo no tenía noticias, de D. Garcival, pero ahí estaba y, coño, muy bien informado. De forma excelente ha escrito una breve historia de aquellos tiempos en los que fuimos, unos más, otros menos, protagonistas. Un recorrido detallado. Enhorabuena. Esperamos más aportaciones.
Un abrazo veraniego.
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