domingo, 26 de marzo de 2023

ME EXPLICO

 Después de casi un mes en Santa Cruz pasando unos días con la familia canaria me reincorporo al blog de mis amores. 

Disculpad mi ausencia pero necesitábamos, tras la puñetera pandemia, cargar las baterías de la otra parte de la familia.

Una de las primeras visitas que siempre hacemos al llegar a Tenerife es visitar a la Virgen de Candelaria, ante la cual, y de manos de un dominico, recibimos el sacramento del matrimonio allá por el mes de Marzo de 1976.


Por cierto, viaje con dos vuelos magníficos, ida y vuelta, bajo el control y los  mandos del comandante Alberto.



 

2 comentarios:

RAMON HERNÁNDEZ MARTÍN dijo...

¡Bien hecho, Furriel! Esta entrada me trae gratísimos recuerdos de un par de estancias en la Candelaria, aunque un día, paseándome por su gran avenida, un hijo de mala madre me pegó con un balín en una ceja tirando desde un cuarto o quinto piso. La policía me atendió muy amable en la misma avenida, un poco más adelante, y me curó, pero nada pudo hacer por localizar al monstruito. Una de las veces, apenas por unas horas no pudimos ver allí a fray Lorenzo Pascua, asiduo servidor ocasional del Santuario, y hoy, lamentablemente, cliente fiel de la enfermería de La Virgen del Camino. La otra, el compañero Manolo Vega, del curso anterior al mío, y su esposa canaria nos agasajaron de lo lindo a mi mujer y a mí paseándonos por toda la isla. Manolo era de Ujo y murió en Santa Cruz hace ya tres o cuatro años. Su mujer, Loli, nos tiene gran cariño y nosotros, también a ella. Gracias, Josemari, por este paseo matinal por aquellos lares. En cuanto a Alberto, ¡como pez en el agua! Provechosa primavera para todos en general y para cada lector en particular. Por mi parte, dentro de un rato me pongo a hormigonear en "la finca", cosa que, os lo aseguro, no deja de ser una delicia.

Luis Heredia dijo...

Bueno
ya Hay muchos precedentes como éste pero te lo perdonamos y disculpamos porque fue lo que nos enseñaron. El caso es que te sentiste como en casa porque entre la Virgen de Candelaria y la del Camino hay muchas coincidencias y también diferencias. Están los dominicos al cuidado de èllas, bueno, más bien están las dos al cuidado de ellos porque a las edades en las que están y lo que se prevee de vocaciones, las dos Vírgenes se las van a tener que arreglar ellas solas.
La gran diferencia entre ellas es que a la Virgen del Camino le llega su manto al suelo del camerín por poco y sin embargo a la de Candelaria le llega el manto desde su ermita hasta la arena. Desde que a la tierna edad de 4 años, más o menos, me quedé con el pegadizo ritmo de su isa canaria (estoy convencido que esta fue la primera canción “seria” que yo escuché en mi vida), siempre me costó pensar que cómo era posible que un manto fuera tan largo y cómo se arreglaba la gente para no pisarlo. Seguro que Quique Muñiz fliparía si el manto de nuestra Virgen del Camino se tendiera desde el Santuario hasta la Calle de La Uva.
En fin, vacaciones y descanso bien merecido tienes, Josemari. Sin ti, sería como tener un camarín sin La Virgen del Camino o un retablo sin la Virgen de La Candelaria. O lo que es lo mismo, sin ti, el blog estaría vacío de contenido.
Pilotando el Comandante Alberto me figuro que no hubo necesidad de pensar minutos antes en “ojalà tengamos un buen vuelo”.
Te queremos, Josemari.

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