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14 comentarios:
Hacía mucho tiempo que no veía un reportaje de esta índole en que tanto el entrevistado como la entrevistadora se expresen con tal naturalidad, con tal precisión, con tal rigor y con tal amenidad.
Raro, raro, raro (por lo escaso e inusitado), y altamente reconfortante.
El cámara también muy bien.
¡Gran y grata sorpresa la de esta noche por el video que acabo de ver! ¿Por qué? Hoy, primer viernes de marzo, cinco viejos compañeros hemos celebrado en la Casa del Dago (La Manjoya) nuestra habitual comida-tertulia mensual, encuentro que lamentablemente no pudimos celebrar en febrero por falta de quorum (mínimo de tres). Pues bien, en los distintos escenarios por los que transcurrió la conversación, nos detuvimos un buen rato en el de los dominicos de Oviedo, pero no para contemplar y admirar una iglesia que conocemos bien, sino para hablar de la "comunidad menguante", del declive conventural, de la situación que padecen compañeros nuestros, ya entrados en años y dolencias. Todo un placer ver a José Antonio en el reportaje despachándose con su habitual desparpajo y espontaneidad. Por lo demás, una vez más, hoy se nos frustró la presencia de Rorro, quien ha acudido varias veces a estas comida-tertulias, por las ocupaciones que tiene a pesar de su precaria salud. Por cierto, si alguno de los antiguosalumnosvirgendelcamino que vivís en Oviedo y alrededores queréis acudir a estas comida-tertulia, seréis incondicionalmente bien recibidos. Os anticipo que la próxima, dado que el primer viernes de abril, día 7, es Viernes Santo, la hemos pospuesto para el viernes siguiente, día 14 de abril. Animaos.
Mucho me temo que sea cierto eso de que "el necio habla o escribe", si fuere ya tenéis un adjetivo calificativo para este que no calla.
Es cierto, el reportaje protagonizado por José Antonio destaca por ilustrativo y sencillo, sin ánimo de protagonismo, queda claro que la protagonista es la Iglesia y el abrazo. Le tengo un especial apego a ese convento/iglesia. Ahí vive mi pariente el P. Valdés, de sobrados méritos por todos conocidos y ahí vivió y murió mi "madrina",que no era otra que Dolores, madre del P. Valdés. Sólo se me ocurre decir una cosa de ella: era una mujer BUENA con mayúsculas. Supongo que todos, utilizando la neurona que os queda, razonareis: de un primo listo y una madrina buena, ¿Qué sale o cómo sale el primo y ahijado? Ello solo ( si lo ves bien le pones acento o no)se contesta. Y sin darme importancia.
Volviendo al tema yo vi a José Antonio aproximarse, quizás sea una impresion mía, un poco, bastante, mucho, a la presentadora locutora. Es cierto que yo a largo del vídeo la vi más a ella que al J. Antonio. Habrá quien piense que yo pienso mal, claro, a mí me enseñaron los dominicos, él es dominico, aquello de "piensa mal y acertarás". Espero que J. Antonio sea la excepción, y piense bien mí y de él, con él y para él.Guapo reportaje.
Pregunta al prota, J.A. ¿Acierto si pienso mal o pienso mal porque acierto? No me dejes con la duda, ni vivo.
Ramón, ¿Esa invitación para ir a las comidas de los Viernes no Santos conllevan gratuidad y el todo incluido? Si así fuera o fuese ganas me dan de decirte que allí estaré. Miedo me dais porque entre tú y Baldo, que apenas rajáis, puede que vaya de convidado de piedra pero, aunque vaya de piedra, comeré como de lima.
Calla el sabio; lo sabía.
Abrazaos (abrazaros ?) mientras podáis.
Sí, JM, la comida es, casi casi, pura gratuidad. Como el movimiento se demuestra andando, ayer mismo, por ejemplo, hubo de entrada una cazuelita de gambas, que pretendía ser obsequio de Vespe (el ex-catedrático de árabe de la Univ. de Oviedo, Vespertino Rodríguez), pero que finalmente no lo fue porque el restaurante no nos la cobró. ¡Obsequio de la cas! Tras ello, un buen cocido asturiano de verduras con su compango, servido en perolas a discreción y siempre sobrado. De segundo, unas bandejas de escalopines al cabrales, acompañados de patatas fritas en su punto. Como remate, postre a elegir, que por lo general suele ser "arroz con leche casero", de esos tan guapos y sabrosos que hasta te da pena comerlos. Todo ello, claro está, acompañado del vino (uno curioso, de la casa) que haga falta y de un café de pota como remate de un encuentro que, antes de la comida, se había iniciado con un vino en barra, acompañado de algún canapé. ¿Quieres saber por cuánto todo? Justo por el precio del menú del día, que es de 13.50 euros. Si eso no es gratuidad, lo parece. Solemos pagar catorce o quince o incluso algo más para que le quede buena propina a la camarera, una atenta moza de, por lo menos, tan buen ver y de tan saleroso caminar como la entrevistadora del video. Amigo JL, si te atreves a acudir el viernes, día 14 de abril (espero que haya quorum), serás la estrella invitada con derecho de pernada, es decir, con levantamiento de acta notarial de que estarás y te sentirás en tu propia casa. Tú y, naturalmente, cualquier otro aventurero que, a pesar de la edad, siga pensando que la vida merece vivirse. Amén.
Ramón, tu oferta acaba de ser hecha ante un público muy selecto y entendido, si exijo dicha oferta ante un juez puede que quedes obligado. Sabes mejor que yo que el derecho de pernada (en latín vulgar medieval, ius primae noctis, «derecho de la primera noche se refiere a un presunto derecho que otorgaba a los señores feudales la potestad de mantener relaciones sexuales con cualquier doncella de la servidumbre. Me surgen dos problemas:
1. Quién de entre vosotros ejercerá de doncella, os veo poco tiernos como para despertar apetencia.
2. Ya no hay ni materia prima ni forma sustancial, o si no hay potencia no hay acto.
Sabiéndolo como lo sabes tu ofrecimiento me parece una manera de quedar bien sin gastar. Sería más positiva la oferta de una buena fartura gratuita. Pero, por si me equivoco en la interpretación, agradezco que estéis dispuestos a recibirme de forma tan generosa. Algún día habrá acto, espero a que venga el de ese esbozo de pueblo llamado Piñera Baxo para celebrarlo con él y el resto del grupo.
Abrazos doncellescos.
P.D. ¿En quien habías pensado para ejercer de doncella? ¿Acaso era Baldo? A Julia no se la jugaría de ningún modo.
Jose Antonio eres un FENÖMENO...
Amigo JM, eres un fenómeno perdurable, incombustible. ¿Hay pernada mayor que llegar a la Casa del Dago y tomar posesión de ella (bueno, de lo que a nosotros nos corresponde como comensales habituales) como estrella invitada y agasajada? Ya sabes que "jamalajar" es placer duradero y habitual, no como el otro, tan ocasional y pasajero que, si te he visto, no me acuerdo. Mencionas con gran mérito al complaciente Baldo, siempre risueño y predispuesto a echar una mano a los hermanos (¡y de qué manera!, como muy bien saben en Santo Domingo de Oviedo), y a Julia, cuya serenidad y sabiduría femenina nos encandilan y más en estos tiempos de "feminismo productivo". De por medio, nos queda José Luis, confinado en el infierno de Madrid y sus hospitales, a quien el buen Dios, ese que aprieta pero no ahora, le concede de vez en cuando el privilegio de poder pasar unas horas o unos dias en el cielo paisajístico y poético de Piñera d´Abaxo, luminoso espejo en el que se mira cada mañana Casorvida para ponerse guapa. Ciertamente, JL ha frecuentado nuestras comidas-tertulia de la Casa del Dago, pero últimamente parece que a su cuerpo no le queda ya gasolina ni para hacer el corto desplazamiento necessario cuando está en su paraíso. También, muy confinado en la lejania de Lanzarote, se nos está quedando otro cursario, Ovidio Cordero, también habitual de estos lances cuando venía por su tierra, la de Nembra y Moreda, huerta, despensa o semillero de tantos dominicos. En fin, unos van y otros vienen, como la vida misma, que ayer se nos ha llevado por delante en Gijón al compañero de antaño Jesús David Salazar Ordóñez, a quien acompañamos con la oración y el deseo de que descanse en paz. Ya sabes, amigo JM, toca "jamalajar" bien y en buena compañía, pues la vida es un suspiro que te deja colgado del aire.
El error involuntario de "ahora" por "ahoga" también puede tener sentido. Gracias por captarlo.
Qué buen reportaje y qué buena gente es José Antonio.
Tengo a gala el honor de ser amigo-hermano de nuestro "buen prior", aunque de facto prior no sea, pero os aseguro que esa templanza y naturalidad de comunicación no es sólo en la tele. Le viene de fábrica y cada vez que tengo la oportunidad de tomar un café con él o mantener alguna esporádica llamada telefónica me deja robarle alguna de sus "encíclicas" que enseñan como si nada...
Enhorabuena, amigo José Antonio... y siempre gracias.
Desde luego, la sencilla naturalidad que muestra en el reportaje, es muy propia de él. Un abrazo, amigo.
Dacio
Después de unos días ajetreados me encuentro en el blog a Jose Antonio, tan fenomenal como siempre, pero dime ¿cómo vas de colesterol con estos menús de Ramón tan tremendos? Me da la sensación que a pesar de las apariencias, con semejantes compañías, no se puede llegar muy lejos. Anda con cuidado y en caso de duda llama al doctor Barrigón (aunque de eso solo tiene el apellido, lo cual le hace más fiable). Un abrazo muy fuerte como el de santo Domingo y san Francisco...
Ínclito JH, ojalá que José Antonio viniera a nuestras comidas de la Casa del Dago, pues se verían enriquecidas sobremanera con su luminosa presencia y con una conversación, la suya, que destila tanto sentido común como "sensus fidei". Lo palpé bien cuando, hace ahora unos cuatro años o algo más, pues, tras bautizar a mi nieta en su "parroquia", dimos buena cuenta de unas sabrosas viandas en esa misma casa. Afortunadamente, cuando la salud y las ocupaciones se lo permiten, contamos con la presencia de Rorro, que nos aporta serenidad, sabiduría y mucha bonhomía. Lo otro, lo de ingerir, por mucho que cuente, que cuenta realmente, resulta adjetival, secundario, epidérmico, razón por la que no nos cuesta nada espantar de aquellos dominios al malvado señor colesterol. Por lo demás, disfrutemos del verano anticipado que ahora se nos regala. Yo así lo hago "fozando" en la huerta.
Solamente quería adherirme a los piropos bien merecidos que le dirigís a José Antonio. Lo viví en primera persona y él volvió a abrir para mi "mi Colegio y mi Iglesia" después de 60 años. Los dos años que allí pasé antes de entrar en La Virgen del Camino en 3º fueron felices también. Mi estancia en Sto. Domingo fue una especie de "preparación" que me facilitó el ingreso en La Virgen del Camino pues mi coeficiente intelectual no alcanzaba el mínimo exigido para ingresar directamente una vez superado el test psicotécnico. Es curioso que superadas las más duras pruebas, intelectuales y físicas en ambos lugares, al final no me sirvieron para el fin al que había sido llamado y por eso no fui elegido. Pero como Dios escribe con renglones torcidos, me compensó en la vida con otras recompensas. La familia y los amigos que dejé y tengo aún en el Colegio Sto. Domingo y en La Virgen del Camino. Por cierto, uno de ellos es Aquilino García Nuño, de mi curso, y que acabó tomando también los hábitos pero que también desistió. Es posible que haya coincidido con alguno de vosotros. Eso de que "vives como un cura" es 100% fake, más falso que los billetes de 19€ acuñados por la Fábrica de Moneda y Timbre de La Fundación Virgen del Camino. Cada vez hay menos curas y menos gente que vive como un cura. Hay excepciones como en toda regla: José Antonio es cura pero no vive como un cura. Más bien diría, José Antonio curra aunque sea cura pues sin él al cargo del Priorato del Colegio hasta hace poco y de la Comunidad de Dominicos y Parroquia Santo Domingo en la actualidad, no sé qué hubiera sido de ambas instituciones. Menos mal que para la eternidad temporal (oximoron), quedará como tinta indeleble el nombre en la Plaza del Campillín del Paseo Padre Valdés, Dominico, profe del Colegio y alma mater del equipo de hockey sobre patines, pariente muy, muy cercano de José Manuel García Valdés, Pitu. No os digo cómo se insultan entre ellos a pesar de ser parientes porque os sorprendería. El resto de mi vida ya la conocéis y mi nivel de intelecto no ha variado, de momento ni para menos aunque algunas ausencias y vacíos ya se empiezan a notar.
Luisín, tendrás que pasar por el confesionario de J. Antonio, y espero te ponga una buena y larga penitencia por decir mentironas, a mi primo lo trato con buenas formas porque él es el que seguro reza por todos los increyentes de la familia. Yo, por esta vez y sin que sirva de precedente, absolvo te.
Abrazos verdaderos.
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