Un día que a ti no se te ocurre nada puede ser un buen día para que otros escribamos algo. Hoy quiero escribir un GRACIAS muy grandote por tus no-ocurrencias, por tu servicio constante, por tu estar pendiente dia a dia de las vidas y los sentimientos de los demás. Gracia a ti, que no se te ocurre nada, tenemos un blog que sale de tu cabezota y, sobre todo, de tu corazón. Nunca te agradeceremos bastante el que cada día muchos de nosotros abramos esta ventana de cariño y de fraternidad. Tú la creaste y la abres cada día. Otra cosa. Mañana, día 11, se cumplen dos años de la muerte de Papedro. Me he dado cuenta esta mañana de casualidad. También mis GRACIAS a él y a Dios por su vida y su presencia entre nosotros. Con su vida callada y nada espectacular fue alguien que siempre supo abrir ventanas. Y la tercera cosa. Gracias a ese "perrín con la antorcha encendida" que seguro que en tu dibujo es quien sigue encendiendo tu vida y recordando a Santo Domingo que nos parió... Gracias, José Mari, de corazón. José Antonio op
Tras subscribir de pe a pa, es decir, todas sus ideas y sentimientos, el agradecimiento que Jose Antonio op te hace, querido Josemari, te confesaré que mi desgracia viene a sumarse a la tuya como complemento para una "tormenta perfecta", pues a mí lo que me me pasa es que se me ocurren muchas cosas, pero no tengo ni voluntad ni fuerza para emprenderlas. Cuando algún día me lío la manta a la cabeza y acometo alguna minucia, como esta de depositar aquí unas pocas líneas, parece que resuello algo y que sigo vivo, lo cual ya es un alivio. Oí decir a Reverte que lo que caracteriza la vejez no es el reposo sino la pereza. Tendrá razón. Joder, pero cuando veo viejos de noventa años y más dándole en serio al caletre y a los pies, me entra una cochina envidia que no puedo ni aguantarme. La hoja en blanco es un tormento, pero será cuestión de seguir creyendo aquello de que "las musas te pillen trabajando". A ver si toca, aunque sea más difícil que el que lo haga ese Gordo de Navidad que ya nos bombardea. ¡Guau, guau!
2 comentarios:
Un día que a ti no se te ocurre nada puede ser un buen día para que otros escribamos algo.
Hoy quiero escribir un GRACIAS muy grandote por tus no-ocurrencias, por tu servicio constante, por tu estar pendiente dia a dia de las vidas y los sentimientos de los demás.
Gracia a ti, que no se te ocurre nada, tenemos un blog que sale de tu cabezota y, sobre todo, de tu corazón. Nunca te agradeceremos bastante el que cada día muchos de nosotros abramos esta ventana de cariño y de fraternidad. Tú la creaste y la abres cada día.
Otra cosa. Mañana, día 11, se cumplen dos años de la muerte de Papedro. Me he dado cuenta esta mañana de casualidad. También mis GRACIAS a él y a Dios por su vida y su presencia entre nosotros. Con su vida callada y nada espectacular fue alguien que siempre supo abrir ventanas.
Y la tercera cosa. Gracias a ese "perrín con la antorcha encendida" que seguro que en tu dibujo es quien sigue encendiendo tu vida y recordando a Santo Domingo que nos parió...
Gracias, José Mari, de corazón. José Antonio op
Tras subscribir de pe a pa, es decir, todas sus ideas y sentimientos, el agradecimiento que Jose Antonio op te hace, querido Josemari, te confesaré que mi desgracia viene a sumarse a la tuya como complemento para una "tormenta perfecta", pues a mí lo que me me pasa es que se me ocurren muchas cosas, pero no tengo ni voluntad ni fuerza para emprenderlas. Cuando algún día me lío la manta a la cabeza y acometo alguna minucia, como esta de depositar aquí unas pocas líneas, parece que resuello algo y que sigo vivo, lo cual ya es un alivio. Oí decir a Reverte que lo que caracteriza la vejez no es el reposo sino la pereza. Tendrá razón. Joder, pero cuando veo viejos de noventa años y más dándole en serio al caletre y a los pies, me entra una cochina envidia que no puedo ni aguantarme. La hoja en blanco es un tormento, pero será cuestión de seguir creyendo aquello de que "las musas te pillen trabajando". A ver si toca, aunque sea más difícil que el que lo haga ese Gordo de Navidad que ya nos bombardea. ¡Guau, guau!
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