sábado, 12 de noviembre de 2022

MANUAL DEL EXORCISTA


Fray José María García Trapiello —hermano de los escritores Andrés y Pedro—, que ejerce como exorcista en la diócesis de Santiago de Compostela, es autor de un Manual del exorcista, donde relata su experiencia en tal ámbito. El dominico leonés hizo un ‘master en exorcismo’ en la Universidad Ateneo Pontificio, donde recibió lecciones sobre satanismo y posesión diabólica.

En una entrevista concedida al diario de León con motivo de la publicación de su libro Igual que cerezas —donde reúne viejas palabras— fray José María, capellán del monasterio de Belvís, explicó que la gente suele ver al exorcista tras el tamiz «romántico o esotérico» con el que han pintado cine, televisión y literatura su labor, pero que la imagen del endemoniado subido al techo «no tiene nada que ver con la realidad diaria: hablamos de la sensación real que tiene una persona de que el Maligno actúa sobre ella, y esas personas sufren mucho. Eso no es una esquizofrenia, no puede reducirse a una enfermedad». ¿El remedio? «El ritual de bendiciones y, sobre todo, escuchar a la persona, atenderla y sostenerla».

2 comentarios:

RAMON HERNÁNDEZ MARTÍN dijo...

Tema tan puntilloso como crucial para un creyente. En lo especulativo y pragmático –y con ello estoy poniendo ya mis barbas a remojar-, me ha costado sangre, sudor y lágrimas llegar a mi posición actual: el bien y el mal no existen, pues son meras calificaciones de acciones buenas o malas (relaciones con los seres valiosas o “disvaliosas”, que dice el sabio fray Eladio Chávarri). Dios es el supremo ser y, por ello, también el supremo valor, razón por la que no puede dejar de ser esencialmente bueno. Lo esencialmente malo ni existe ni puede existir porque de suyo sería carencia de todo. La sola imaginación de un “Maligno” nos llevaría forzosamente a tener que eliminar la existencia de un “Benigno”. Con rigor intelectual, no se puede pensar en el Diablo si antes no se elimina a Dios, pues no caben dos Absolutos. Concebir la historia como la lucha de dos fuerzas gigantescas, la del Bien y la del Mal, es solo un tema que está muy bien para un novelista, nada más. Debemos, por tanto, quitarle toneladas de hierro al asunto y asomarnos a la genial concepción de fray Eladio para encuadrar cuanto somos (todo lo que vivimos) en las coordenadas de los valores y los contravalores. Conclusión apodíctica: todo el mal que hay en el mundo parte de nosotros mismos, de los contravalores que cultivamos, valga este evidente oxímoron conceptual. La clave del espinoso tema del exorcismo, trátese la posesión diabólica como enfermedad o no, la ofrece el mismo fray José María García Trapiello cuando dice que lo que hay que hacer con relación al supuestamente poseído por el Maligno es “escuchar a la persona, atenderla y sostenerla”, es decir, comportarse con ella como un Buen Samaritano. Feliz domingo para todos y saboreo de las primeras luces navideñas de nuestras calles. Digamos que la Navidad es tan larga que la mía particular dura todo el año.

Francisco yeguada 61-67 dijo...

los angeles fueron creados como nosotros los hombres y mujeres con la capacidad de amar y hacerlo atraves de la libertad. Ellos los angeles algunos usaron mal esta libertad y le dieron la espalda a Dios y a pesar de las oportunidades que Dios les dieran ellos renegaron de El. Hoy en dia hay muchisima gente que no cree en la existencia del demonio, de los demonios y pasa lo que a veces esta pasando con las posesiones diabolicas- El sacerdote exorcista en el nombre de Dios tiene que intervenir una vez que estas personas hayan consultado a sicologos, siquiatras etc. El asunto es serio y no podemos jugar con ello hay que confiar siempre en Dios.

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