Hermosas fotografias de una forma de vida milimétricamente ordenada en un caos perfecto, cuyo ir y venir se nutre de fiesta, de buenos alimentos y de un eficiente mercadeo que se cobijan a la sombra de un santuario protector y disparan una poderosa carga afectiva a los cielos por el cañón de la torre. Así fue ayer, así sigue siendo hoy y ojalá que lo siga siendo en el futuro. Año 80, año denso y significativo de construcción de lo que hoy son nuestras vidas. Un bonito recuerdo que, sin duda, gesta esperanzas.
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Hermosas fotografias de una forma de vida milimétricamente ordenada en un caos perfecto, cuyo ir y venir se nutre de fiesta, de buenos alimentos y de un eficiente mercadeo que se cobijan a la sombra de un santuario protector y disparan una poderosa carga afectiva a los cielos por el cañón de la torre. Así fue ayer, así sigue siendo hoy y ojalá que lo siga siendo en el futuro. Año 80, año denso y significativo de construcción de lo que hoy son nuestras vidas. Un bonito recuerdo que, sin duda, gesta esperanzas.
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