Lamento informaros de una nueva y triste noticia que, por desgracia, cada vez menudean más entre nosotros y que me hace llegar mi querido Eugenio Cascón.
Mi sincero pésame a Ramón y familia unido, estoy seguro, al de todos tus compañeros.
Queridos compañeros.
Acaba de llamarme Ramón Hernández Martín para comunicarme el fallecimiento en Mieres de Chiti, su mujer. Seguramente algunos de vosotros la conocíais. Chiti _Conchita_ era una de las personas más encantadoras que uno ha podido conocer: pequeñita y vivaracha, siempre con la sonrisa puesta, simpática y generosa, alma de cualquier reunión... Solo así, con su alegría de vivir, ha podido sobrellevar el terrible calvario que ha venido sufriendo desde hace años. De Caborana, asturiana de pro, y mogarreña de adopción por la vía consorte.
Ramón, mi amigo y paisano, es una persona fuerte y permanece muy entero en estos delicados momentos. No obstante, me he ofrecido a ser yo quien os lo comunique en su nombre, pues no parece lo más indicado convertirse en vocero de las tristezas propias. Como bien sabéis, es el principal mantenedor de este foro desde hace tiempo y prácticamente no hay día en el que no se esfuerce en hacernos llegar alguna de sus reflexiones. Por eso, quisiera que el fuerte abrazo que le he he enviado fuera compartido por vosotros.

14 comentarios:
!Ay, Ramón! Qué pena me da. Con la fuerza y el ànimo con que lo estàbais llevando. Y aún tienes el valor como para hacer tu último comentario en el Aniversario del Reencuentro. Eso demuestra tu fortaleza material y sobre todo espiritual. La que durante este largo tiempo has estado tratando de transmitir a Chiti. Y lo has conseguido, seguro, hasta su último aliento.
Lo sentimos en el alma y mi pésame, palabro maldito, es enviarte mi cariño y besos para que los repartas entre tus hijos también.
Toca ahora que te cuides también para superar no solamente estas pèrdidas irreparables sino también la fase física y médica por la que estás pasando y que, seguro, la superarás por tu manera de ser, ejemplo para muchos.
Y te digo lo mismo que mi querido Eugenio: has sido también un ejemplo de participación por mucho que te hayas considerado advenedizo
Perdón. Me salió también antes de dar al URL
Gracias, amigos Furriel, EC, LH y a todos los que, al leer esta entrada, os habéis conmovido e incluso habéis elevado una plegaria al cielo en ación de gracias por una vida tan hermosa como la de Chiti, mi mujer. Este lunes, tras haber superado con dificultad la prueba de 38 sesiones de radioterapia, cuando nos hacíamos la ilusión de que pronto se producirían las mejoras auguradas, un fallo cardíaco nos la llevó en torno a las cuatro de la tarde. Pasadas las dos, yo mismo le había dado la comida a través de una sonda PEG, sistema muy funcional para ponerle directamente en el estómago la comida, la bebida y los medicamentos, cosa que he venido haciendo con ella desde hace mes y medio (a lo largo del proceso habíamos logrado que pasara de 42 a 44 kilos). Cuando, tras comer yo mientras ella reposaba, subí para suministrarle agua a través del sonda (a lo largo del día le daba cinco tomas de comida y cuatro más de agua), la encontré caída sobre la cama, ya en coma. Los del SAMUR pelearon con ella media hora, pero nada pudieron hacer. Tras las exequias, la incineramos ayer tarde en el Tanatorio de Mieres. En Mogarraz celebraremos un funeral el 1 de noviembre, un poco antes de que allí se inicie la procesión de las "Almas Blancas", bello recorrido por el pueblo, iluminado por miles de velas o velones colocados decorativamente en sus calles y rincones, mientras se salmodia y se canta al son del toque pertinente de las campanas de la torre.
Por lo que a mí respecta, ninguna preocupación, pues me estoy enfrentando a este trago con determinación y fuerza, aunque a veces sientas que se te rompe el corazón y el lagrimal se parece a las del Niágara. Sabéis que el 26 de diciembre me operaron de un pólipo canceroso en el colon. Todo fue muy bien, tanto la operación como la quimio posterior a base de pastillas que estuve tragando durante 24 semanas (ocho ciclos de tres semanas). Como en el proceso me descubrieron cinco micromanchas (menores de un centímetro) en el pulmón y tres de ellas habían aumentado algunos milímetros, los oncólogos del HUCA optaron por someterme a radioterapia, proceso que estoy siguiendo. Ayer nos ausentamos del velatorio para que me pusieran la quinta sesión; mañana me pondrán la sexta y la próxima semana, las dos restantes. Pero yo me siento francamentre como si la cosa no fuera conmigo, pues me encuentro perfectamente bien, tanto que he venido engordando hasta el punto de que mi oncóloga me advirtió de que, de seguir así, terminaré desmontándoles el tinglado por desajuste de los puntos tiznados en los que te clavan los rayos. En fin, ahí estamos, adaptándonos al vacío circundante, a pasar de las 24 horas del día vividas sin resuello alguno y sin tiempo para ningún capricho, a esforzarme ahora por llenarlas a base de recuperar antiguas rutinas abandonadas.
Gracias, queridos amigos, a cuantos os dignéis recordar que el lunes murió en Mieres una mujer encantadora, siempre positiva y echada para adelante, y que dejó en cuantos la trataron una hermosa impronta de alegría y bondad. Chiti, mi dulce compañera durante tantos años, seguro que ahora está mirando con ternura este blog y tirando de las orejas a cuantos, pudiendo enriquecerlo, no se atreven a hacerlo o se echan para atrás a la hora de abrir y compartir su corazón. ¡Loado sea el cielo por el maravilloso regalo de la existencia de Chiti y por lo mucho que ella alegró la vida de cuantos la trataron o simplemente conocieron!
Triste noticia. D.E:P:
Me gustaría poder enviar algo más de fortaleza a Ramón y a sus hijos.
Os recuerdo con cariño de la comida que compartimos en Las Caldas.
Un abrazo afectuoso.
Conmovido, elevo mi plegaria al cielo por Chiti y toda vuestra familia, Ramón. Gracias por mostranos tu corazón en estos momentos de gran sufrimiento y duelo.
Un gran abrazo.
Óscar
Amigo Ramón, sabes que sentimos la pérdida de tu esposa, pérdida de la que seguro debe ser muy difícil recuperarse, pero viendo tu fortaleza y entereza de ánimo estamos seguros que ya la estás superando. Pocos como tú seríamos capaces de expresar tantas vivencias y tan complejas. Que ese ánimo te acompañe siempre. Esa actitud la has mamado en Mogarraz pero la as acrisolado en Mieres, bañado por aguas que bajan de la Gran Aldea, el que bebe de ellas acaba pidiendo un buen vino. Sigue luchando. Cuando nos reunamos en la casa del Dago a comer recurriremos a les fabes y la sidrina para hacer mas leves las peninas. Un abrazo.
P.D. Luis, ¿Acaso uno de Gijón no sabe que ese URL hay que tocárselos para que ponga tu nombre? Necesitas una buena dosis de "sidrafina".
En los últimos años eres, querido Ramón, el animador tenaz y perseverante de nuestro blog.
Estoy seguro que esa energía y tus sólidos cimientos cristianos te ayudarán a sobrellevar los momentos de aflicción que te llegan ahora.
Que Chiti descanse en paz.
Un sentido abrazo.
Manolo
Querido Ramón, estoy a tu lado en estos momentos tan duros de llevar. No sé de dónde sacas fuerzas para tanto. Menudo ejemplo nos das. Que Chiti siga protegiendo desde la eternidad ese exuberante carácter con el que cada día nos exhortas y acompañas. Un abrazo muy cariñoso, amigo.
Amigo Ramón: lo primero decirte que siento muchísimo el fallecimiento de Chiti.
Después recordar aquella Chiti que, por el 67 o el 70, frecuentaba en la calle Pozos la casa de Miguel y Ofelia. Allí fue donde la conocí.
Hubo un tiempo en el que mantuvimos el trato pero, después, avatares, viajes, destinos... hicieron que perdieramos el contacto.
Hoy, al enterarme de su óbito, me viene el recuerdo de su vitalidad.
Quiero decirte que mi oración se unirá a la tuya, a la vuestra, como sufragio por su alma y que deseo enviar para ti y tu familia todo el ánimo que, a pesar de la entereza que muestras, seguro que echarás en falta.
Un fuerte abrazo.
Qué decirte, Ramón. Vuelvo a tener el teléfono activo y me encuentro con esta noticia que me hace ponerme en tu lugar. En tu lugar, ya se sabe que no, eso es imposible; pero cerca. Lo suficientemente cerca para que notes el apoyo y el acompañamiento. He leído despacio la crónica de las últimas jornadas que has escrito. Tan hermosa. Las ánimas blancas de Mogarraz, las campanas sonando. Esos puntos negros en el pulmón que van a acabar descolocándose si sigues ganando peso. Esa gastrosonda, con las veces que te ordenaron usarla cada día. Cosas físicas, palpables, que entran por los ojos. Cosas a las que acudimos cuando queremos que se nos entienda. La técnica del iceberg, que deja ver solo un 20% de lo que hay, solo lo que asoma , porque 80 % sumergido no hace falta decirlo, me lo imagino. Los amigos son listos. Entendido Ramón.
Amigo Ramón, la minuciosa descripción que aquí nos has dejado de las circunstancias de la enfermedad y muerte de tu querida esposa, tan admirablemente llevada por ella y por ti, van a dejar un poco en evidencia la parquedad de estas palabras que te envío por mostrarte mi cercanía, pero, hay semanas en que resulta especialmente difícil llorar sobre mojado.
Mucho ánimo para encarar esa soledad que te espera, aunque veo que estarás muy bien acompañado, y mucho ánimo para sobrellevar tu enfermedad, que no es ningún achaque al uso.
Un fraterno abrazo.
¡Cielo santo!, al leer esta mañana vuestras condolencias y percibir claramente vuestro sentir, me siento como el pedigüeño tirado en la acera, con el cestito delante implorando caridad, atónito al ver la cantidad de bileltes con varios ceros que en él vais depositando. ¿Cómo debo reaccionar? Seguramente como lo estoy haciendo, con los ojos encharcados y el corazón pretendiendo salirse del pecho. Gracias a todos y a cada uno de los que aquí habéis manifestado vuestro sentir (de adentrarme en lo que cada uno manifestáis, hoy no podría hacer otra cosa en todo el día, ahora que el tiempo se me echa encima como una losa), y también las mismas gracias a quienes, interiorizando la noticia, la habéis atesorado en vuestro sentir y en vuestra oración. He recibido la condolencia de un confeso ateo que me ha dicho: "ten por seguro que, a mi manera, rezo por ella". Ahí seguiremos, rendido a la emoción, pero sin permitir que las lágrimas del corazón apaguen el fluir de la cabeza y nublen su horizonte. Muy dentro de mí veo ahora la encantadora sonrisa de mi mujer en la belleza de los cielos.
Me uno a tu plegaria, compañero Ramón, mi oración no es por lo que se ha llevado,
que es grande,sino por lo que te dio.
Ante todo, conste que no soy nada supersticioso ni con el número 13, ni con los martes, ni con los gatos negros, ni con nada que tenga que ver con el espacio y el tiempo. Lo digo porque hoy escribo aquí el comentario 14 y lo hago, pero no para romper o sobrepasar el 13 (Chiti murió un hermoso y esperanzador día 13 de octubre), sino para deciros que esta mañana hemos colocado sus cenizas en el nicho de sus padres y abuelos maternos en el cementerio de Moreda; que este sábado, día 1 de noviembre, celebraremos a las 18 horas en Mogarraz, mi pueblo, un funeral por su gloria y que, algunos días después, haremos lo propio en Caborana, su pueblo. Dicho lo cual, sabed que también lo hago para daros las gracias a todos vosotros, los que habéis manifestado aquí tan hermosos y densos sentimientos, los que no los habéis manifestado pero habéis rezado con emoción y también a todos los demás. Creedme, pues para mí sois un consuelo y un sólido punto de amarre cuando ataca el vértigo o cuando uno siente que se descuelga del muro abisal y queda balanceándose, colgado de cuerdas, en el vacío. Gracias a todos, amigos.
Publicar un comentario