martes, 8 de julio de 2025

FALLECE EL PADRE AMANDO ROBLES (Nos informa Maxi Trapero)

Buenos días, Josemari

Tú, que tan buenas noticias nos das de continuo, de vez en cuando nos comunicas algunas muy tristes, como la que te doy yo ahora. Ayer murió en Costa Rica, du destino desde hace muchísimos años, Amando Robles, que por ser mi amigo y compañero de curso, desde Corias, junto con Gegorio Barreales, no me acostumbro a llamarle Padre Amando Robles O.P. Él y Goyo fueron siempre mis mejores amigos, los únicos con los que tuve contacto de entre los que ingreamos en Corias en 1955. A Goyo sí lo conociste, en la casa de Bernardo, con tu hijo Alberto, en Villaturiel, pero no sé si llegaste a conocer a Amando. Él fue siempre "el mejor" de nuestro curso, y acabó siendo un teólogo de fuste, de una renovación en cuando al concepto de la religiosidad que si así lo hubiera publicado siglos antes se las hubiera tenido que hacer el paseíllo vestido de "sanbenito" hasta una señora llamada Hoguera. Pero ha dejado una huella profunda y benéfica entre quienes fueron sus alumnos en la Universidad Nacional de Costa Rica, como así lo manifiestan los comentarios que siguen a la noticia de su muerte en Facebook, que te adjunto.  

Fueron muchos los años intermedios en que no nos vimos, pero nos conjuramos para coincidir los tres, Amando, Goyo y yo, en el verano de 2006. Fueron unos días gozosos, por no decir gloriosos: tres avanzados en edad recordando y reviviendo las cosas, las vidas, hasta las canciones que nos hermanaron de niños. Hasta subimos a La Virgen y tras besar el manto de la Patrona entonamos los tres su himno (el antiguo, que el nuevo no lo sabíamos), con verdadera emoción y con el asombro de las pocas personas que estaban en el templo. Y visitamos los pasillos, las aulas, los dormitorios, las capillas, de nuestro antiguo colegio, ya todo desbaratado y en obras, hasta comimos cerezas de los árboles que quedaban en pie alrededor del edificio. Y lo celebramos después con un bacalao al ajo arriero en el bar-bodega de mi pueblo, que por tantas cosas (unas justas, las otras no buenas) se ha convertido en famoso en toda la provincia, sin que faltara -faltaría más- el buen prieto picudo de mi tierra.
Te adjunto una foto en la que estamos los tres, en el patio de su casa de Barrillos del Curueño, a donde fuimos después, tras visitar el centro cultural de Cerezales del Condado, de tu admirado y querido don Antonino Fernández.

Y te adjunto también la esquela que me han mandado de mi queridísimo Amando.
Te lo digo esto a ti, tan cercano a mí y a todo lo relacionado con los dominicos, aunque sea de alguien que nunca se asomó a tu prodigioso blog, aunque bien sabía de él y lo alababa. 

Un fuerte abrazo,
Maxi Trapero




2 comentarios:

Ramón Hernández dijo...

Si yo tuviera buena memoria y mejor ojo, debería recordarlo, pues en 1955 mi curso -el de los cursarios- hacía en Corias tercero, es decir, el primero de la escuela mayor. Cierto que había distancia y separación a cal y canto entre la menor y la mayor, pero en quinto (1956-57) él estaría en tercero, con lo que coincidiríamos en la escuela mayor y habría, sin duda, trato. Ludego vendría seguramente un curso más en Las Caldas y otros tres más en Salamanca.Viniendo hoy a lo que importa, gracias, Maxi, por la viveza que de él transmites y por el recuerdo que aquí haces aflorar como tributo y homenaje, tributo y homenaje al que me sumo con gusto y devoción en la celebración de la partida de Amando a la casa del Padre, tan hermosa y gozosa como la describe la esquela que adjuntas. Y, sin duda, por aquello de que de bien nacidos es ser agradecido, habrá muchos entre los artífices y seguidores de este blog que tendrán que dar hoy gracias al cielo por lo mucho que Amando compartió con ellos. Sin ser chivato -¡Dios me libre!- recordaré aquí (creo que ya lo he contado alguna vez) que en nuestras comidas-tertulia de la Casa del Dago un buen día Baldo se nos presentó con dos botellas de un magnífico vino para celebrar la partida no sé si de un pariente o de un buen amigo suyo. Pues eso, brindemos hoy gozosos por la partida de un buen compañero, al tiempo que añadimos con devoción y sentimiento nuestras condolencias a las de su familia.

Luis Heredia dijo...

Conocerle personalmente no le conocí pero si me guío por las palabras del sermón de la montaña “por sus obras les conoceréis”, no tengo la menor duda que Amando, sin Padre ni Fray delante, fue una buenísima persona y dominico en cuerpo y alma, corazón y vida y que cumplió con las expectativas que de él se esperaban y con su vocación.
De verdad, me enorgullece escuchar o leer obituarios y comentarios sobre compañeros que llegaron tan lejos en la predicación.
Seguro que Corias y La Virgen del Camino habrán influido pero personas como Amando Robles ya nacen “marcados”, pasasen o no por Corias o La Virgen del Camino.
Siento su pérdida y acompaño en el sentimiento a toda su familia y la familia dominicana y en especial al “trío” que forjaron amistades eternas.
Maxi, lo siento, de verdad.
Abrazos y besos para todos

ENTRADA MÁS RECIENTE

NOMBRAR LUGARES, PONER SEÑALES (Por Isidro Cicero)

LAS TRES ENTRADAS MÁS POPULARES EN EL BLOG