ENLACES DE LA CABECERA
martes, 14 de enero de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ENTRADA MÁS RECIENTE
LAS TRES ENTRADAS MÁS POPULARES EN EL BLOG
-
PRÓLOGO de Eugenio Cascón (*) Creo que conocí a Mariano Estrada hace muchos años, tanto como los transcurridos desde la primera mitad de los...
-
“ El nuestru libru de Griego viene ahora de viaje para acá. Está regresando”. Así empezaba a escribir yo esta crónica en los últimos días ...
-
El pasado 29 de mayo, al término de la Santa Misa dominical, tuvo lugar en la Capilla de Santa Nonia un pequeño acto de homenaje y reconocim...
3 comentarios:
Tras el monumento filosófico-literario que es la "trinidad" de Baldo y que reordena y rearma la mente, este otro, el del Santuario ofrecido así, en plena construcción, viene a rearmar, por así decirlo, el corazón con su invitación a una piadosa oración que brota vibrante del suelo y asciende al cielo torre arriba, como si de un cohete lanzado a Marte se tratara. En cuanto a mí mismo se refiere, me quedo con la mente y el corazón en su propio sitio natural, ya que el intestino, retocándolo, me lo han reformado y tendré que ir atriborrándolo de pastillas de aquí a julio para que no vuelva a encabritarse, jajajá. De todos modos, para quien se interese por algo o alguien tan insignificante como el que esto escribe, le diré que ya he vuelto a la rutina total habitual y que me encuentro francamente en plena forma, casi casi como un bebé recién nacido, peleón y chillón. Por lo demás, ¡buen ánimo, chavales, pues ya le vamos dando carpetazo al siempre difícil enero!
Creo R.H. que no es justo el calificativo de insignificante y, me alegro
que te encuentres como casi casi como un bebé. Comentario que
me trae a la memoria algo parecido a un chiste:
-¿Cómo estás?- le preguntó un amigo a otro.
-Regular- le contestó-. De cintura para arriba, tengo de todo. Que si el
bla,bla,bla; pero de cintura para abajo, como un niño. Me meo, me cago.
(Perdón. Simplemente era un chiste)
Saludos.
Jajajá, amigo Anónimo (aquí cabría añadir tres o cuatro nombres para no errar la diana), ese chiste yo lo había oído, pero referido a un amigo que le pregunta a otro cómo había dormido y recibe una "lujosa" respuesta, tan rica e imaginativa como la de hacerlo igual que un niño. En mi caso, te lo puedo asegurar, la parte de cintura para abajo no le tiene ninguna envidia a la de cintura para arriba, parte esta última que acostumbra pasearse, "folgona" y traviesa, por estos páramos. De verdad, aunque entrado ya en terrenos de los 85, me siento mentalmente un chaval, peleón y jaranero, capaz incluso de hacerle frente a la misma muerte, si fuere el caso. A mi juvenil y competente oncóloga le conté el martes que, cuando hacia el año 2000 ingresé en el hospital por una anemia que dio conmigo en tierra y se vio claramente que aquel incidente se había debido a una úlcera gastroduodenal sangrante, el especialista que me atendió me dijo: "no te preocupes, chaval, que de esto no te vas a morir". Pues bien, mi guapa oncóloga, ni corta ni perezosa, añadió: "y de esto otro, tampoco". No me digáis que no hay médicos adorables. Para no salirnos del encuadre, digamos, amigos, que entre esa formidable torre del Santuario y yo hay una cierta semejanza, jajajá.
Publicar un comentario