Descanse en paz.
ENLACES DE LA CABECERA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ENTRADA MÁS RECIENTE
LAS TRES ENTRADAS MÁS POPULARES EN EL BLOG
-
PRÓLOGO de Eugenio Cascón (*) Creo que conocí a Mariano Estrada hace muchos años, tanto como los transcurridos desde la primera mitad de los...
-
“ El nuestru libru de Griego viene ahora de viaje para acá. Está regresando”. Así empezaba a escribir yo esta crónica en los últimos días ...
-
El pasado 29 de mayo, al término de la Santa Misa dominical, tuvo lugar en la Capilla de Santa Nonia un pequeño acto de homenaje y reconocim...
9 comentarios:
Soy Manolo y es la primera vez que escribo en el nuevo blog. Me gustaría que esta primer entrada fuese para desearos a todos, amigos/compañeros queridos, Felices Navidades y Próspero Año Nuevo, como decían las tarjetas de la época.
Y ciertamente esa felicidad y esos buenos deseos hacia vosotros son una constante en mi corazón que siempre os acompañará.
Ya veis que se nos fue otro de los nuestros, Camilín el de Nembra. Tuve con él una relación especial que se prolongó en el tiempo y en el espacio. Compartimos muchas vivencias, largas conversaciones en las que discrepábamos fraternalmente en temas trascendentes.
Ojalá ahora haya encontrado Camilín la respuesta a esos interrogantes y esté en ese mundo de Luz anunciado por el misterio de la Navidad.
Murió precisamente el 25 de diciembre.
D.E.P
También yo tengo que comenzar este comentario con un "joder" y añadir un "mea culpa, mea maxima culpa", pues, por lo que se ve, Camilo ha vivido al ladito de mi casa, se ha muerto aquí mismo, ha estado en el tanatorio de Mieres, al lado del cual paso muchas veces caminando por el paseo peatonal del antiguo ferrocarril que va a Rioturbio, y, para mayor inri, su funeral acaba de ocurrir esta misma tarde en la Iglesia de San Juan, a un tiro de piedra de mi casa. ¡Y yo, sin saber siquiera de su existencia y de su condición de miembro de esta gran familia "antiguosalumnos..."! Si ha vivido en Mieres, seguro que lo tuve que conocer, al menos de cara, pero... "c´est la vie". Densanse, pues, en paz quien, tras su muerte, se ha convertido para mí en compañero y por cuya vida elevo ahora una oración de acción de gracias al cielo. Si esto llega a conocimiento de su familia, seguro que ellos sí sabrán quién soy yo, al menos, porque aún les sonará la "droguería Marcelino" y la "Guardería infantil Disneylandia". Mis condolencias para todos ellos.
Soy sobrin de Camilo el de Nembra y por culpa o gracies a él tuve siete años o cursos estudiando en La Virgen. Formo parte del llamau Proyecto Vircamaal (virgen del camino antiguos alumnos 1975-1983) que desde el 2007,año del cicuentenario, nos venimos encontrando asiduamente, unes veces oficialmente y otres de sorpresa como dice Pepito. Quiero agradeceros, en nombre de la familia, eses guapes palabres que-y dedicais al vuestru compañeru Camilo participante de algunos encuentros junto a la su santa Maria Jesus.Eses pincelaes de palabrines asturianes con que nos deleita Isidro demuestra que realmente lo conocio y lo trató de verdad. Un lujo que salgan de la pluma de un gran escritor como Cicero, del que por vierto soy seguidor y lector. Un abrazu grandon pa toos !!!!! Gerva
Mi más sentido pésame para toda la familia y amigos de Camilo. Yo lo recuerdo por su nombre, ya que en Villava nos leían los libros de Don Camilo y el nombre suyo me recordaba al cura de los libro, personaje entrañable. Un fuerte abrazo para su familia y amigos.
Gervasio, encantado de saludarte, ojalá tenga alguna vez la ocasión de hacerlo personalmente. Transmite por favor mi pésame a la familia, sobre todo a María Jesús, a sus hijos y a Telmo y Tirso, cuyos nombres comprendo bien y son toda una declaración de principios. Gracias por lo que me dices.
Dr. Gervasio, suscribo una por una cada una de las palabras de Isidro.
Un abrazo para todos
Vaya! Mi pésame a la familia. Malos momentos para despedir la salida y saludar al nuevo año.
Un abrazo muy fuerte para ellos.
Manolo, me enteré de lo de Camilo y, enseguida, pensé en ti. Automático. Habiamos hablado tú y yo por tfno unas horas antes de su muerte, por felicitarnos como cada año y por sabernos. Recuerdo a Camilo García Gonzáles con cariño. Era de nuestro curso, iba a nuestra misma clase. En la mayoría de aquellos paseos de la tarde, solíamos ir juntos, en un amplio grupo. En otro blog en que le he he recordado aventuré que Camilo yera de Nembra, pero luego me entraron dudas y dije que a lo mejor era de Caborana, míticos topónimos encariñados en mi ánima, aprendidos de oídas de tanto decírmelos mis queridos conmilitones adolescentes asturianos: Nembra, Camorana (decía yo y lo decía mal) Cabañaquinta, Casomera, Casorvida, El Entrego, San Feliz... Siempre estuve un poco encandilado por esos nombres, imaginando esos caleyos donde corrieron tantos guajes queridos. En aquellos paseos yo contaba novelas. Había leído más narrativa que ellos. Me gustaba contarles y a ellos gustábaios que les contara: allí hice muncha muncha práctica narrativa yo. Camilo contaba historias reales de cuélebres que chupaban la leche recien mamada a los niñines que las madres llevaban en serones al prado, mientras hacían la hierba, en aquellos prados tan cuestos. Un segador vio una culiebra metida en el gargüelu del chiquinín pa chupai la leche que mamó, enloqueció el hombre y le cortó con el dalle por el cuello. Esta horrenda historia me la contó a mi Camilo. Seguro que alguna vez fue verdadera. Por ti, Manolo, he sabido la prestigiosa profesión de Camilo, a quien he recordado toda la vida, ignoro si él se habrá acordado de mi. Esa es la putada. Tú nos has contado que Camilo trabajaba donde los demás nos divertíamos. No tiene por qué ser inconveniente ahora esta broma tuya. Al revés, la muerte y la vida van animosas de la mano, juegan entre ellas, se gadtan bromas y se echan zancadillas. Apuesto lo que quieras a que en el velatorio más de uno y más de dos han sonreído por lo bajo repitiendo lo de trabajar y divertirse. Es que ye muy bueno. Creí que debía dedicar estas líneas a aquel humilde y listo compañero de curso con quien tanto comspartí. Un abrazo para ti, Manololo, y para los que nos acompañamos en el sentimiento.
Publicar un comentario