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3 comentarios:
Desde luego, Jesús, pero no todo son privaciones y desgracias. Lo digo porque, en cuanto a ese "calorcito" se refiere, no debemos olvidar el que produce la formación del estiércol. Tengo la experiencia de las viejas cuadras de Mogarraz, habitadas por mulos, cabras y cerdos. Al entrar en ellas, además de lo propio animal (olor y calor), se percibía claramente que el estiércol en formación era una gran fuente de calor. Hoy sigo teniendo esa misma experiencia con el compostador del jardín: al día siguiente de depositar en él la hierba segada es tanto el calor que desprende que creo que podría tomarse como una parrilla para asar un buen chuletón de morucha. De todos modos, Jesús y María no tuvieron que enfrentarse a una "factura eléctrica", de las que hoy llenan las primeras páginas de los periódicos y atiborran los micrófocos de las radios, para suplir el "calor animal" del que privas, solo aparentemente, tu precioso nacimiento.Por lo demás, buen "finde" de día, de semana, de mes y de año y, desde luego, mejor renacimiento de todo ello para todos. Tal es mi deseo en estos momentos.
Tal como están las cosas, Jesusache, si tienes alguna influencia con el de la luz, dicen de él que es luz, que me mande unos kilos de voltios a ver si salgo libre de esta crisis.
Gracias por tus muchas, buenas y reiteradas felicitaciones; no te parezca mal que sean tan contestadas, la pandemia está haciendo estragos en los ordeñadores.
Muchas felicidades para tí y los tuyos.
Abrazos cálidos.
¿Qué "calorico" que daban
la mula y el buey en Belén!
Cálido color animal,
dicen María y José.
!Que "calorico" que daban!
Los cambios en estos tiempos,
por los molinos de viento
y por las placas solares
en el Portal de Belén
Entre placas y molinos,
asoma la luna, luna,
iluminando la cuna
del Niñito de Belén.
¡Qué viva el buey y la mula,
los reyes y los pastores,
el "calorico" animal.
la calefacción humana
y el amor de mis amores!
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