lunes, 22 de marzo de 2021

EL HABLA DE PEDRÚN DE TORÍO Y SU ENTORNO , 2ª edición (Por Joaquín Bandera)

Hoy toca una buena y gran noticia.

La prestigiosa Colección El Tomillar publica la 2ª edición (corregida y aumentada) de su número cinco de la colección, EL HABLA DE PEDRÚN DE TORÍO Y SU ENTORNO escrito por nuestro compañero JOAQUÍN BANDERA (yeguada 1958 - 1963)





 


Os recuerdo que es un libro de sociología, lingüística, toponimia y costumbres bajo la dirección editorial y diseño del gran Lalo Mayo y portada de Jesús Herrero con una espléndida vista del pueblo de Pedrún, sujeto principal del libro, que lleva por apellido 
de Torío, el río que regó la infancia de decenas de compañeros nuestros de aquellos años en la Paramera.

Aunque en esta ocasión la tirada ha sido corta y su intención no es ponerlo a la venta, me autoriza Joaquín a ofreceros un ejemplar del libro con un coste de 15 €.

Si alguien desea algún ejemplar ya conoce el protocolo: una simple nota tras este mensaje manifestando su interés y su dirección postal o un email directamente a Joaquín.



Como primicia de el disfrute que supone su contenido, aquí os dejo el prólogo del libro escrito por Luis Carrizo.

 


¡Dicho queda...!


No sería nada de extrañar que a la vista de esta se- gunda edición, prolija y sabiamente aumentada —que no corregida, ya que en la primera no se encontró nada digno de reprensión—, no sería de extrañar, decimos, que algún boceras envidioso, que nunca falta, murmurara entre dientes: ¡vuelta la burra al trigo! Y es que hay mucho descontentadizo con las entendederas en adil (yermas, para que me entiendan los interesados), que van por la vida, tan felices, sirviéndose de un vocabulario de quinientos vocablos mal contados, y que no pueden entender, en consecuencia, que Joaquín Bandera vuelva por sus fueros, dispuesto a meter en el corral de su libro, para que no se las coma el zorro del olvido, otro buen puñado de palabras y expresiones, que, como gallinas atontolinadas, se habían quedado fuera. A nadie, pues, debe sorprender la incompren- sión hacia esta encomiable tarea por parte de quienes, para satisfacer sus exiguas necesidades de lenguaje, les basta y sobra con las limitadas palabras que se precisan para ilustrar un tatuaje, o a mucho tirar, para completar las tres mínimas líneas con que se redacta un tuit.

 

Joaquín Bandera, obviamente, no se ha tomado el trabajo de ampliar y redondear su primera edición pensando en estos indocumentados, sino en la numerosa cofradía de quienes creemos con él que «cuando las palabras, y todo lo que representan, se olvidan o desaparecen, se llevan consigo algo de nosotros mismos». Por esa misma razón, no morirán del todo mientras alguien pueda encontrarlas a la brigada, agazapadas entre estas páginas donde él las ha cuidadosamente metido, y aquí descubrirlas o redescubrirlas con gozo, y rumiarlas después, como rumian la hierba esas vacas de tan evocadores nombres: Mora, Capitana, Jardinera, Garbosa..., que, en su papel de avezado coleccionista, también recoge J. Bandera en el libro.

 

Se halla enriquecida esta nueva edición, además de con el más que copioso y variopinto añadido de nuevos vocablos, acepciones, o curiosas y divertidas anécdotas, con la acertada inclusión de algunas recetas de cocina muy de la tierra, expuestas, por otra parte, de una forma muy concisa y didáctica. Se aprecia a la legua que son fruto de la experiencia de aquellas generaciones de heroicas amas de casa, que debían ingeniárselas, para ganarle la partida al hambre, con cuatro bisbis [Triunfo pequeño en algunos juegos de baraja], porque los ases y los treses llegaban tarde, mal o nunca.

 

También, como novedad, le ha dedicado el autor un capítulo especial a «Las suertes de la leña», una tradición in- memorial que aún se conserva, y cuya función no es otra que la de de administrar y ordenar el reparto equitativo de la leña de los montes comunales entre los vecinos del pueblo. Y, finalmente, dos apartados más de índole gastronómica: Una meticulosa descripción de las setas, muy numerosas, por cierto, en el término de Pedrún; y otro, insoslayable, acerca de la matanza y subsiguiente elaboración de chorizos y morcillas, con todos sus pelos, humos y señales, y con el ya citado rigor de quien habla de lo que sabe. Señala, finalmente, J. Bandera que alguna de estas palabras y expresiones que recoge en su Vocabulario producen risa en los ciudadanos urbanos, que consideran «de pueblo» a quienes así hablan. Nosotros, que hace ya mucho tiempo que le vimos el truco a eso de ser «de capital», queremos solamente dejar una pregunta en el aire a este propósito: ¿Quién es más paleto, el que acondiciona un prao con unos columpios y unas mesas para que allí se solacen vecinos y forasteros, y clava a la entrada un cartelón que diga «Los truébanos», o el que hace lo mismo, plantificando luego un rótulo donde se lea «Family park»?


Luis Carrizo

 

EL HABLA DE PEDRÚN DE TORÍO Y SU ENTORNO

 

 

14 comentarios:

Dacio dijo...

Buenos días, Joaquín. Me encantó el primero por lo que considero indispensable éste. Resérvame uno.

jmgarciavaldes#gmail.com dijo...

Prueba, coño.

jmgarciavaldes#gmail.com dijo...

Nueva prueba con comentario por tercera o cuarta vez
Eso de que Joaquín es uno de los nuestros es verdad paro, ojo, es mucho más nuestro, es de la promocionona del 59, esa que dio a luz cabezas como la de Joaquín y otras muchas que no nombro por modestia, cómo será que incluso tiene uno de la Aldea Global de cuyo nombre sí os acordáis. Leí la primera edición y me gustó y creo que los de su pueblo y la zona deberían estarle agradecidos, es importante conservar ese lenguaje que caracteriza a un pueblo o región. Estoy pensando en contratarle para que me escriba un librín sobre el habla de Casorvida y sus parroquias dependientes. Aquí en Asturias andamos a vueltas con el tema de si hacer Oficial el Asturiano, la Llingua o Asturiano. Son muchos los oponentes que consideran que nuestra llingua no tiene entidad suficiente. Cómo no va a tener entidad para convertirse en oficial una lengua con siglos de historia y que es la que han hablado nuestros abuelos y padres. Los oponentes ven bien hacer oficial un himno o una bandera pero no una lengua. No lo entiendo. Si no lo conseguimos me empadronaré en Pedrún y viviré a cuenta de Joaquín.
Es la segunda vez que escribo esto y no supe meterlo en vereda, voy a ello.
Abrazos prohibidos

Luis Heredia dijo...

Por quinta vez vuelvo a intentarlo.
Probando, probando. Uno,dos,uno,dos

Luis Carrizo dijo...

Sé de buena tinta que a los que no compren el libro (sobre todo si son de León), alguien les va a poner a cavar cepas. Y eso esriñona que pa qué. Avisado queda.
La gente de verdadero nivel y curiosidad intelectual --léase el Pitu-- están excluidos del aviso.

Luis Carrizo dijo...

Y también Dacio.

Luis Heredia dijo...

Yo creo que esta vez di en el clavo porque me parece que me estoy leyendo a mi mismo.
Lo de uno, dos, uno dos iba por la prueba. Ahora me apuntas uno, Joaquín

jmgarciavaldes#gmail.com dijo...

Luís, ahora no, pero en cuanto pueda me iré a Pedrún a cavar cepas en la fase en que han dado su fruto, el libro y su prólogo serán una disculpa para trasegar unos vinos de la zona si los hubiera o hubiese. Lo que tienen que hacer los escritores y prologuistas para vender su producto, amenazar. Hemos caído muy bajo. A Joaquín ya la di la enhorabuena, ahora la hago extensiva para ti. El oficio de escribir sabemos que no es nada fácil y puede ser ingrato si no llega al lector. En vuestro caso ¿ Hubo negro? (Con perdon. Lo digo no sea que alguien me plante una denuncia).
Lo dicho, enhorabuena a ambos y tantos otros que han escrito o piensan escribir. Me incluyo porque ya me han ofrecido una cantidad exorbitante de NADA por mis no memorias.
Nuevos abrazos
Ahora rezo para meterla, la escritura.

jmgarciavaldes#gmail.com dijo...

Eureka, eureka, un obispo en bicicleta. Lo logré.

Francisdco Javier Cirauqui Armendariz dijo...

Joaquín, estos temas me pirran el habla y el legado cultural de los pueblos. Por Burlada han estado recogiendo el patrimonio inmaterial del pueblo y yo he participado abundantemente en ello, y aunque no sea de aquí estos temas me interesan. Tu anterior libro me encanto, así que mido un ejemplar de este nuevo. Me gustaría recoger como el habla de mi pueblo con palabras procedentes del vasco, navarro aragonés, pero a falta de ello buenas son las Pedrún de Torío.
Un abrazo.

Javier Muñiz dijo...

Joaquín, me interesó mucho el primero así que no espero menos del segundo. Apúntame uno.

Vibot dijo...

Enhorabuena, Joaquín! Yo me pido uno.
En Palencia tenemos también palabras propias preciosas, como llamar al pasamanos de la escalera "arambol"...
¡Cuánta música late en tantas palabras olvidadas!

Un abrazo.

Joaquín Urbano dijo...

Yo te solicito un ejemplar

Joaquín Bandera dijo...

Santos M. Vibot, amigo, solicito tu dirección para poder enviarte el ejemplar del libro. Un abrazo

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