miércoles, 30 de julio de 2025

 





8 comentarios:

Ramón Hernández dijo...

Ante todo, gracias, amigo Furriel, pos estos minutos poco menos que angelicales que he segudio a pantalla compelta de mi ordenador. La música y el encuadre fotográfico me parecen nada menosque una escalera a la mística más sublime, un desbordamiento del cielo que entra por el alma y sale hermoseado por la boca. ¡Lástima que haya como una especie de eco de fondo que abomba la música y desborda los oídos (o quizá sean mis oídos que están ya hechos unos zorros)! ¡Lástima igualmente que no se vea al público porque, a mi entender, también el público, con su modo de estar y respirar, creo que forma parte de la orquesta del concierto!

Ramón Hernández dijo...

Obviamente, "segudio" (primera línea de mi comentario anterior) por "seguido". Gracias por no verlo y leerlo bien.

Isidro Cicero dijo...

INCENDIOS
Estoy oyendo salpicaduras de nombres de pueblos de León. Algunos entre llamas. Me suenan varios. Y me duelen: es que me vienen unidos a apellidos de compañeros de ahí, de cuando entonces. Están sufriendo la hecatombe de los incendios. Hay un nombre genéri o que resuena a cada instante. León. León en el corazón hoy más que nunca. Hoy , aunque no sepamos los nombres de todos los afectados, pienso en mis compañeros, en sus familias. He pensado en los nietos de mis viejos compañeros, ya semiborradoa de la memoria.

Anónimo dijo...

Oportunos recuerdo y sentimiento los de Isidro en estas circunstancias, que yo comparto plenamente. También Zamora y Salamanca están viviendo desbordadas este maldito infierno real. Cada vez que me hablan de un incendio en Salamanca, se me encienden todas las alarmas y se me ponen los pelos de punta, pues en mi Sierra de Francia y en mi Mogarraz hay malezas resecas, acumuladas durante años, en sus frondosos montes, yesca pura para que a algún desaprensivo descolocado le dé por hacer una gracia. En fin, ahogaremos en lamentaciones lo que no queremos hacer como prevenciones, lamento que algunos visoños como yo no paramos de emitir cuando tenemos ocasión de denunciar la desidia reinante. Y, mientras, más de la mitad de los españoles se pasan o nos pasamos tocándonos los cojones todos los días del año, ¡viva nuestra querida patria!

Ramón Hernández dijo...

¡Vaya!, será la falta de costumbre la que me ha reducido a "anónimol" en el comentario anterior, por más que en él ofrezca claros tintes personales.

Luis Heredia dijo...

Desde luego, De lo que no carece este blog es de empatía entre nosotros y por eso creo que también nos conecta de alguna manera telepàticamente.
A mi me pasa lo mismo que a Isidro con León y Zamora pero también al ver La Alberca y Mogarraz se me parte el alma.

Vibot dijo...

Ya pasados los incendios, y mi agitado verano, entro de nuevo en este siempre acogedor recodo del colegio y de todos vosotros y escucho maravillado a Ingartze y a Germán Torrellas, a cuya cita no me fue posible asistir entonces. Torrellas- ¡qué apellido resonante de magias!- anda un poco extraviado en los pasajes gregorianos de esa celestial Salve Regina. Pero en las polifonías me ha embelesado con sus aterciopelados agudos, sorprendentes además al no saber al principio de dónde venían al estar su boca como camuflada bajo el tupido bigote. Y qué bien el empaste con la delicada y sensible y poderosa voz de Ingartze. Y qué encantamiento recobrado el de esa acústica etérea de nuestro inolvidable Santuario en el que nos han regalado el ensalmo de ese "Sicut cervus" que transe las médulas del alma a quienes lo recordamos como si fuera ayer no más.
Tiene mucho mérito el que ambos intérpretes canten una voz y, al tiempo, toquen otra distinta, sirviendo así las cuatro voces de la polifonía en una mezcla iridiscente de voces y violas.
No sé si la grabación se hizo con un móvil, tal parece, pero el efecto evocador de la reverberación de aquel espacio es pura fascinación. Si es un defecto, como sugiere Ramón, juega a su favor, como esas pocas erratas que, a veces, mejoran un texto.
Lástima que no se grabara todo el concierto. Hubiera sido bonito escuchar también esa pequeña organeta medieval.
Gracias por el regalo, amigos, no lo dejéis nunca. Abrazos cariñosos.

Vibot dijo...

RETRACTACIÓN

Me ha escrito Germán Torrellas doliéndose de que yo escribiera arriba que andaba un poco extraviado en los pasajes gregorianos de esa portentosa música de la Salve de Cristóbal de Morales. Al estar hecha la grabación con un móvil y no enfocar nunca a a la audiencia, y creyendo que cantaban sólo ellos dos, y desconociendo además que los propios intérpretes habían pedido a los oyentes que participaran cantando en los pasajes gregorianos de la salve que alternan con la polifonía, no me percaté de que la desentonada y arrítmica voz que se escucha en ellos no era la de Germán sino la de algún espontáneo cercano al móvil que lo grababa, quien con su mejor voluntad trató de participar con ellos y al estar cerca del micro sale muy presente.

Me retracto pues del el error de apreciación y me reafirmo en los elogios a tan impecables, eufónicos y afinados muchachos que Zeus nos guarde largos años.
Gracias por vuestra música, queridos amigos, siento haber metido esa pata tan obvia.
Besos y abrazos!

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