jueves, 26 de junio de 2025

PENSANDO EN TI (Por Pedro G. Trapiello)

Pedro García Trapiello

Pensando en ti

Como si José Agustín Goytisolo también hubiera pensado en ti con sus «Palabras para Julia», hoy te las lleva aquí el aire de estas mañanitas, admirada y querida Choni Carrizo:


Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino, nunca digas

no puedo más y aquí me quedo. 

Otros esperan que resistas

que les ayude tu alegría

tu canción entre sus canciones.

Tu destino está en los demás

tu futuro es tu propia vida

tu dignidad es la de todos...


Nos tronzó el alma tu mensaje diciéndonos que «las últimas pruebas salieron muy mal y ya no me pusieron la quimio, porque (aunque no con estas palabras) quieren que vaya a ver en directo qué cuadro está pintando tu hermano Seve». Imaginamos la trilla y los redobles que trepidan en tu cabeza tras un «tac» decretando la fatalidad, pero en modo alguno tengas prisa, ninguna prisa, sabes que Seve es de pintar óleo antiguo de lentitud preciosista, y cuando llegues a verle aún no habrá terminado el retrato en que está trabajando, que es de los de bordar luces y miradas, y que es el tuyo sin duda, pues en las fechas de «Sanjoderse de la quimio» os conocisteis y ahí le sobró tiempo para captarte el alma a la primera, ese borbotón de alegría y entereza contagiosa que te permitió tanto tiempo burlar y aplazar las intenciones siniestras del bicho visitador que se topó con tu dicha de vivir y de dar a los demás y de sólo pensar con un estilazo jovial de chispa luminosa tan difícil de hallar en estas tierras morugas, y siempre fija tú en ayudar y animar y organizar y agitar a la gente de La Virgen del Camino en músicas, libros, culturas en movimiento, escribiendo y gestionando en un no parar. Es mucho lo que te deben y debemos. No seremos capaces de pagártelo. Si además tu marido, que de ti sabe camo nadie, asegura que has venido siendo en tu vida una verdadera santina, ¿cómo no verte, igual que a la de Covadonga, pequeñina, galana y adorable?... Y te prometo que alguna calle de tu pueblo te seguirá nombrando para que nunca mueras y que tu nombre nos siga reavivando tu ejemplo rotundo y tu lección.

 

10 comentarios:

Lalo dijo...

Leo a Pedro aquí arriba y se me ha encogido el alma. Una única vez, creo recordar, estuve con Choni, quizás en la presentación del libro de Luis; pero le hice un libro lleno de amigos y de lo que cuenta Pedro que era Choni. No sabía de sus dolencias y por eso mi gran sorpresa y pesadumbre al conocer el desenlace en la entrada de nuestro blog.
Desde aquí quiero que a la familia Carrizo (¡Luis, hermano y compañero!) llegue mi sentimiento de pesar y mis deseos de ánimo para superar el duro golpe.
Salud

Ramón Hernández dijo...

Todos entenderéis que este relato de Pedro sobre Choni, aunque no conozco a ninguno de ellos, me haya impactado como un enorme mazazo emocional, si os digo, aun careciendo del nervio poético literario de Pedro, que mi mujer estuvo el martes doce horas en quirófano por eliminación de un papiloma escamoso. La han dejado la cara hecha un Cristo, pero, afortunadamente, hasta el momento, todo marcha normal. Ella es otra Choni viviente no solo en la memoria, pues ahí está, viva, peleante y geniuda, tras la hecatombe hospitalaria que sufrío en 1978 por una desidia médica clamorosa, tras pelear ya tantos con un hígado hecho trizas por malas transfusiones de sangre y tras un ostoma que lleva ejemplarmente, valiéndose de por sí, desde hace ya unos nueve años. Cuando le pusieron la bolsa, en sendas conferencias especializadas, dadas en Mieres y Pola de Lena, la invitaron por su ejemplaridad y entusiasmo para que les sirviera de punto de referencia para combatir la depresión comprensible de otros ostomizados. Entonces salió muy airosa y aplaudida del trance. Afotunadamente, gracias a los médicos, al HUCA, al cielo y a tantísimos otros apoyos (de corazón agradezco el de todos vosotros), estamos superando las horas más cruciales en que pueden producirse infecciones, hemorragias o rechazos. Todo sigue normal. Choni-Chiti, para quitarse el sombrero reverentemente y apreciar lo que realmente vale la vida. Gracias, Pedro, por no escatimarnos hondura, coraje y brío para no quejarnos de la vida los que solamente padecemos minucias de poca monta.

Anónimo dijo...

El artículo de Pedro es un poco equívoco. Mi hermana, que lleva luchando muchos años, y ejemplarmente, contra un cáncer acaba de ser desahuciada por los médicos, como se dice o decía antes. Yo prefiero decir que le han sugerido que se vaya dirigiendo a cabecera de pista, donde, discreta, e inteligentemente, y tomando el ejemplo de mi hermana, nos vamos a tener que ir dirigiendo todos. Ojalá tarde en llegar la orden de despegue por parte de la Torre de Control.
Un cordial abrazo a todos.

Luis Carrizo dijo...

La anterior entrada es mía

Lalo dijo...

Y yo siento que las, a mi entender imprecisas frases de Pedro, me hayan confundido hasta el punto de adelantar un suceso que nadie desea. A cambio de este lamentable episodio que he protagonizado, todos podremos disfrutar un tiempo más del amor a Choni y a todos los Carrizo.

Ramón Hernández dijo...

Celebro con gozo la precisión o aclaración de Luis. Muy bonito eso de ver el lance o el trance como un despegue, al que me atrevería a añadir el adjetivo de "vacacional".

Luis Heredia dijo...

Querido Luis.
Momentos malos y tristes aunque se quiera adornar con cualquier frase y palabras de aliento.
Sabe élla y todos vosotros que se acerca a la puerta de entrada donde disfrutará de una nueva vida. Que no sè si debe llamar vida, mundo, lugar, fase, estadio.
Lo que sí creo firmemente es que en estos momentos que se acerca a “pasar al otro lado” élla sabe que se encontrará con todos aquellos que la amaron y ella amó.
Deseo de corazón, Luis, que cuando se vaya, se vaya tranquila y rodeada de todos vosotros.
Acuérdate de cómo termina el poema:
“Cuando yo me vaya, extiende tu mano y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.
Entonces un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme”

Ramón Hernández dijo...

Aunque me da muchísimo corte o reparo volver a pasearme por este "secarral" de duros silencios, me siento en la obligación de comunicar, al menos al grupito de interesados, que el postoperatorio de mi mujer, Chiti, está yendo muy normal a pesar de los grandes peligros que corría por posibles infecciones, sangrados o rechazos. Ahí sigue, como una campeona, enfrentando el desafío y sin ascos a una cara realmente destrozada por el bisturí, hasta el punto de que los médicos hablan de comenzar a darle muy pronto comida por la boca y mandarla para casa posiblemente hacia finales de la próxima semana. Mientras, por así decirlo, la familia nos hemos instalado en el HUCA como si se tratara de un hotel de cinco estrellas de hermosos paseos, de fácil restauración y vistas espectacules de Oviedo, amén de frecuentes viajes en autobús, taxis o vehículos particulares. Tanto es así que ni siquiera ayer, primer viernes de mes, me perdí la comida tertulia fraternal de la Casa del Dago, donde nos reunimos 6 compañeros tras recogerme, en el mismo HUCA, Vespertino Rodríguez. (Los otros cuatro comensales fueron, por si os resultan conocidos: Baldo, José Vicente, Antonino y Salvador Pisonero) ¡Ojalá que todo lo dicho sirva como un abrazo de esperanza e ilusión para Choni y su familia, pues vivir, aunque solo sea un día o incluso un solo segundo más, puede equivaler mentalmente a vivir toda una eternidad! Feliz finde para todos.

Luis Heredia dijo...

Pues así es, Ramón. Cada segundo, cada día que pasa es vivir una eternidad. Como ya habéis pasado por experiencias similares ya sabes que para quien está en situaciones delicadas como ésta le anima más que una aspirina el ver que los “dañados colaterales” seguís haciendo vida normal porque los que nos vimos en situaciones parecidas sufrimos pensando en lo mal que lo estáis pasando y en la ansiedad que se tiene por el deseo de que la recuperación sea inmediata y sin secuelas.
Sigue paseando y disfrutando de los asiduos encuentros en La Casa de Dago con tan selecta compañía y de Oviedo convertido en azul cielo después de 24 años.
El Cristo del Naranco ya podrá aplaudir, por fin, después del merecido ascenso.
Que Chiti se recupere pronto.

Luis Carrizo dijo...

Gracias, tocayo Luis Heredia, por tus palabras de aliento, como tú muy bien las calificas y resumes en los últimos versos del famoso poema. Yo le voy transmitiendo a mi hermana todos los ecos de este blog en que suena su nombre
Me alegro mucho, Ramón, que Chiti esté en vías de recuperación. No me cabe duda de que tu cercanísima presencia tiene que ser una de sus mejores medicinas.
Mi cariñoso recuerdo también para ella.

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