domingo, 22 de diciembre de 2024

MAXI TRAPERO NOS FELICITA LA NAVIDAD

A la tradicional y vieja costumbre de felicitar las Navidades, añado para vosotros una muy original felicitación que forma parte también de esas mis memorias. Se trata de un canto “a lo divino” de los poetas populares chilenos centrado en el Nacimiento, y del que yo digo maravillas en mi libro Religiosidad popular en verso. Y a la vez que transcribo el texto del cántico, adjunto la versión cantada entre dos poetas al ritmo de la guitarra. El sonido no es de estudio, pero vale más que si lo fuera, porque es auténtico y sin ensayos.




 
Se trata de un verso que consta de una redondilla tomada de la tradición, de las cuatro décimas glosatorias de los versos de esa redondilla y de una décima final de despedida, que, a su vez, concluye con otra redondilla tradicional. Es necesario fijarse en la glosa que hace cada décima de cada uno de los versos de la redondilla. Se titula “El reino del Mesías, reino de paz y universal” y está basado en un episodio del Libro de Isaías (11, 6-9), que reproduzco aquí. Dice así:
 
Habitará el lobo con el cordero, y el leopardo se acostará con el cabrito, y comerán juntos el becerro y el león, y un niño pequeño los pastoreará. La vaca pacerá con la osa, y las crías de ambas se echarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja. El niño de teta jugará junto a la hura del áspid, y el recién destetado meterá la mano en la caverna del basilisco. No habrá ya más daño ni destrucción en todo mi monte santo, porque estará llena la tierra del conocimiento de Yavé, como llenan las aguas el mar.
 
Y el verso del canto a lo divino chileno lo poetiza de la siguiente manera:
 
               Como amigos dormirán
el lobo con el cordero,
el puma con el ternero
como niños jugarán.
 
            1
            Según dicen que Isaías
            a su pueblo le advirtió
            que Jesús hijo de Dios
            a la tierra ya venía.
            Un retoño florecía
            de la estirpe de Abraham,
            será el vino, el nuevo pan
            del trigo de los potreros,
            y el cóndor con el jilguero
            como amigos dormirán.
 
                        2
            El tigre con el cabrito
            echados los dos están,
            y no me lo creerán
            los pastorea un Niñito.
            Siendo pobre él es bendito,
            será el Dios verdadero
            que enclavado en un madero
            lo veremos expirar
            y un día verán jugar
            el lobo con el cordero.
 
                        3
            Este santo Redentor
            ha de mostrar su estandarte
            y vendrán de todas partes
            a oír su canto de amor.
                           Sanará todo dolor,
            abrirá nuevos senderos,
            juntará los herederos
            con los hijos de David,
            juntos van a convivir
            el puma con el ternero.
 
                        4
            Con el soplo de su boca
            herirá el Niño al tirano,
            el cetro que está en su mano
            será firme como roca.
            No será victoria poca
            para que se cumpla el plan,
            la negra culpa de Adán
            terminará de un repente,
            las naciones y las gentes
            como niños jugarán.
 
                                    Despedida
                        No será por apariencia
                        que a los pueblos juzgará,
                        a todos escuchará
                        antes de dar la sentencia.
                        Dará premio a la inocencia
                        y también al que proclama:
                        del tronco nació la rama
                        y de la rama la flor
                        de Ana nació María
                        y de María el Señor.

           
            ¡No me digan que no es más hermoso el relato en verso del canto a lo divino de Chile que la prosa de la Biblia! ¡Qué forma de poetizar un relato precedente, sin quitarle nada de su argumento, pero llenándolo de poesía! Y eso que aquí solo podemos leerlo, por lo que los comentarios que sobre él quieran hacerse no serán sino un pálido reflejo del valor que el poema tiene cuando se le oye cantar, pues esa es su verdadera naturaleza: un texto para ser cantado, no para ser leído. Al oírlo cantar se comprobará cómo la música pone el ritmo perfecto al mensaje que el texto transmite, y cómo el sentido final del verso no se alcanza sino cuando se canta, pues deja en el alma una paz interior, una mansedumbre tal que no puede ser calificada más que de ternura. Y esa es, a mi entender, la idea total del verso: el reino que viene a instaurar el Niño nacido en Belén no es sino un reino de ternura, de inocencia: las naciones y las gentes “como niños jugarán”. Es un poema hecho sobre la base de las oposiciones, de las antonimias semánticas, procedimiento que remarca la idea central de la ternura. Empieza por identificar al Mesías con “el nuevo pan del trigo de los potreros”, una imagen que los campesinos de Chile comprenderán al pie de la letra (los prados destinados al pasto de los animales), más allá del valor metafórico y teológico que los comentaristas queramos darle. Y se juntarán en armonía los animales que la naturaleza hizo antagónicos: el cóndor con el jilguero, el tigre con el cabrito, el lobo con el cordero, el puma con el ternero..., y a todos los pastorea “un niñito”. No será el nuevo Mesías un rey justiciero, sino que traerá “un canto de amor”, y “sanará todo dolor”, y “abrirá nuevos senderos”. Viene para estar al lado de los débiles, de los sencillos hombres del campo, y le bastará “el soplo de su boca” para derribar al tirano.
 
Y ahora sí: “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”.
Un fuerte abrazo,

Maxi Trapero

nota del Furriel.- Recordad que tenéis en la portada del blog el enlace al libro de Maxi RELIGIOSIDAD POPULAR EN VERSO.

2 comentarios:

Ramón Hernández dijo...

Francamente, creo que no se puede hacer una felicditación así sin antes haber rumiado y asimilado lenta y suavemente su contenido, tan digno como la música y la letra de que se sirve. Enhorabuena, MT, y muchas gracias por hacer papilla un sentimiento tan cálido como la ternura para oferecérnoslo como oxígeno. ¡Qué gran verdad es la de que la música chilena inocula finura en el poema profético! Navidad es, desde luego, ternura y la ternura, a su vez, no es más que la excelencia y la delicadeza del amor. ¡Cuánto se podría decir y sentir sobre que Dios es ternura! Gracias, amigo, por servirte para felicitarnos de tres lenguajes tan dulces e intensos: el poema profético como expresión, la música como sublimación y la bella manifestación de tus propios sentimientos. Pongamos ternura sobre la mesa de la cena de esta noche y ya veremos cómo todo, desde los manjares a los sentimientos humanos, se corresponden con el envite que nos lanza la Nochebuena, la única del año que calificamos y sustantivamos así por estar ella misma henchida de bondad. Subrayemos de paso que el poema, tras hermanar mesiánicamente tantos animales que en la vida son feroces enemigos, solo insinúa el único y decisivo paso importante, el de hermanar a tantos seres humanos que se tienen por enemigos encarnizados, que es lo que importa y su único propósito. Feliz Navidad, sabiendo que la ternura endulza todas las acideces.

Luis Carrizo dijo...

Yo he tenido el placer de leer ese magnífico libro de Maxi Trapero, Religiosidad popular en verso, y, junto con el placer de su amenísima lectura, la ocasión de descubrir un mundo lamentablemente poco conocido (por no decir desconocido), de la cultura hispana. Un mundo poblado por verdaderos poetas , herederos de los juglares medievales, en apreciación de Maxi.
Resulta imposible hacer una mínima referencia a su rigor, extensión y contenido, en un simple comentario a esa entrada/felicitación que nos hace su autor. Solamente quisiera añadir, porque a mí me llamó muy especialmente la atención, que las décimas que cantan esos poetas populares, una de cuyas muestras constituye la que Maxi nos presenta a modo de felicitación navideña, son todas improvisadas, y además, para mayor dificultad y mérito, constreñidas a la glosa de los versos de la redondilla que le sirven de argumento. Se trata de una habilidad, realmente singular la de estos trovadores o payadores. Si hacer un simple pareado, una cuarteta o una redondilla con cierto sentido nos han exigido un tiempo considerable a todos los que hemos intentado hacer cuatro versos en alguna ocasión, qué diremos del arte que se necesita para hacer varias décimas seguidas, llenas, además, de sentimiento, ternura e inocencia, como muy bien señala M. Trapero
Este tipo de poesía se lee con gran deleite, pero se escucha con verdadera emoción. Lo que debe de resultar ya verdaderamente impactante es escucharlo en directo, en una iglesita de un pueblo perdido entre las montañas de la gran cordillera andina. Placer divino.
Gracias, Maxi, por esta singular felicitación. Te envío la mía, a ti y a todos los blogueros.

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