miércoles, 12 de abril de 2023

SANTO DOMINGO EN CANDELARIA

 Imagen de Santo Domingo en el lateral del altar mayor de la basílica de Candelaria.



7 comentarios:

RAMON HERNÁNDEZ MARTÍN dijo...

Me parece que ya os consta por comentarios anteriores que, cuando visité la basílica de la Candelaria,sentí allí la presencia del amigo fray Lorenzo Pascua, de mi misma edad y un curso superior al mío, que todos los veranos llenaba de buen rollo tan lindo santuario mariano. Hoy, lamentablemente, el generoso Pascua "pena" en La Virgen del Camino los estragos del tiempo que, antes o después, termina cebándose en las carnes de la mayoría de nosotros. No hace mucho llamé a Pascua y tuve la suerte de que me delcolgó el teléfono, pero fue un dolor mantener una corta conversación con él. Casualmente, en la comida-tertulia que hemos tenido hoy en la Casa del Dago, preguntaron por él. Por cierto, al hilo de la cosa -este es un mensaje particular para JM pero que, como invitación, vale para todos-, de veras que estuve esperando verte aparecer por allí, por la Casa del Dago, como habías insinuado. Estuvimos siete, entre ellos Julia y Baldo, más Rorro, que hizo un gran esfuerzo por acompañarnos. La mayor sorpresa nos vino de Fernando Suárez (Trubia), el mejor portero de fútbol que pasó por Corias, de dos cursos superiores al mío. La sorpresa es que nos anunció la presentaciòn de su libro "La flor de agapanto"en el aula de LNE el miércoles, 3 de mayo. Prometimos acompañarlo. Quien sienta algún interés por la sabiduría que Trubia destila en su libro en plan de librepensador y fabulador, que entre en Internet y busque "La flor del agapanto" de Fernando Suárez. ¿Te animarás algún día, amigo JM, a sentar tus reales en la Casa del Dago y hacer migas con nosotros? El 5 de mayo, primer viernes de mes, celebraremos allí el evento de Trubia. Seguro que estará más animado y será más sabroso que la coronación de un tal Carlos III al día siguiente. Será como "recogerse" un momento en la basílica de la Candelaria para dejar que los sentimientos fluyan en tromba, tal como me ocurrió cuando la visité.

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDES dijo...

Ramón, estoy fuera de vuestro círculo pero intentaré para ese tres de mayo pasarme por la Casa del Dago que, a estas alturas, ya será vuestro casi toda. Traté con Pascua, traté con Fernando, por supuesto conozco a Baldo y a Julia, ésta cargada de valores por aguantar al otro; conozco a Rorro, de la Felguera, creo, tengo, por tanto, motivos para unirme a vosotros, máxime cuando, tengo entendido, se trata de comer y beber a "esgaya" por la geta.
Buscaré la formula. Me gustaría que estuviera Piñera Baxo para contrastar pareceres sobre las respectivas Aldeonas.
Un abrazo pascual.

RAMON HERNÁNDEZ MARTÍN dijo...

Amigo JM, abierto como siempre ha estado el grupo de la Casa del Dago a los así llamados in-ex, te diré que no se trata de un "círculo" sino de una simple línea recta, completamente abierta al principio y al final, razón por la que no hace falta invitaciòn para acudir: se va, se saluda, se entabla amistad y hermandad y... a llantar y charlar. A PB, nuestro muy querido hermano y amigo José Luis, lo echamos mucho de menos, pues antes acudia siempre que estaba en Piñera, pero ahora ya ni eso le es posible, si bien en el correo de grupo que mantenemos es uno de los más animadores y entusiastas. Por lo demás, toma buena nota de que el 3 de mayo es la presentaciòn del libro de Fernando en LNE (20,30 horas, creo) y el viernes, día 5 (14.30 horas), la comida-tertulia mensual en la Casa del Dago. Esperemos que la Virgen de la Candelaria, tan viva en mi oraciòn, no se mosquee por robarle el espacio de esta entrada, bendita y loada sea.

J.L. Suárez dijo...

Los de Piñera Baxo no son dignos de participar en esas tertulia de tan alto nivel intelectual y culinario. Les deseé una feliz tertulia y no se dieron por aluďidos...

RAMON HERNÁNDEZ MARTÍN dijo...

Mentira y muy gorda, querido amigo y hermano JL, pues los comensales de la Casa del Dago recibieron todos tu mensaje. Otra cosa es que saliera coja la croniquilla que suelo hacer de la misma, debido seguramente a que las neuronas que pueblan mi mente ("mente vaciada") huyen despavoridas a estas alturas de la edad, al no reflejar en la misma los saludos y buenos deseos que nos enviaís los incluidos en el grupo, pero que no podéis acudir. Mil perdones, amigos, y también mil o más perdones a la de la Candelaria, a la que estamos obsequiando en su post con un profundo silencio, que espero que, cuando menos, sea reverente.

J.L. Suárez dijo...

Es que yo las mentiras las fabrico muy gordas; para flaco me basto yo. Me limité a constatar que me estrañó el silencio, porque, en otras ocasiones, os dabais por enterados y respondiais animando el cotarro. No pasa nada. Esta beve información en modo alguno pretende "protagonismo", ni añadir nada a las "mastubaciones intelectuales" encaminadas a mejorar nuestro "rostro humano".
Querido Ramón, admiro tu empeño...y tu fuerza física e intelectual; yo ya "chocheo".



RAMON HERNÁNDEZ MARTÍN dijo...

No quiero que este post quede atrás sin matizar algo que me parece importante. Mientras yo me he referido a él como un hermoso post dedicado a la Virgen de la Candelaria, la verdad es que su protagonista es "Santo Domingo en la basílica de la Candelaria", y ahí sí que me siento concernido hasta la perturbación. Cuando visité por primera vez el Santuario, me acompañaba el bueno de Manolo Vega (q.e.p.d), a quien ya me he referido en otra ocasión. Preguntamos por fray Lorenzo Pascua y nos llevamos la decepciónn de que había retornado a la Península el día anterior. Frente a nuestro interés y fervor dominicanos, el fraile que nos atendió (creo que era el prior) mostró tal frialdad y distanciamiento que no insistimos más y nos marchamos de allí muy decepcionados. Algo parecido me ocurriò cuando, estando en Jerusalén, visité la Escuela Bíblica, a pesar de la gran amabilidad de la conserje que se esforzó en vano por localizar a algún dominico de habla española para que me atendiera. A falta de pan, se cruzó por la portería un dominico polaco a quien me atreví a saludar en francés. Él me correspondió, pero la conversación no debió de durar más de quince segundos, pues él, displicente y altivo, cortó diciendo que no tenía tiempo para atenderme, pues iba a la Biblioteca. Sumamente decepcionado y solo, me paseé después por el interior de la iglesia, donde había un gran atril con una enorme Biblia abierta. Me paré a leer el sobrecoger texto por el que estaba abierta. Creo que era el cap. 21 del Apocalipsis sobre la Nueva Jerusalén. Seguramente se debió a tener la moral en los pies que la decepción de la portería se multipoicara entonces por diez al comparar tan hermoso texto con las imágenes de los santes dominicos que ornaban las paredes, santos que parecían escapar de las torturas del Purgatorio en vez de estar en la Gloria y que, más que devocion, inspiraban unos deseos incontenibles de escapar de allí al galope. ¡Qué horror! Sí, sí, el dominicanismo es muy hermoso, pero si no comienza por acoger a los que se acercan a él con el alma conmovida, de nada servirá toda la parafernalia teológica con que se reviste. Lamentablemente, no soy la única oveja negra, pues también he oído a otros narrar similares decepciones, si bien, justo es decirlo, las acogidas han sido muy calurosas otras muchas veces.

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