ENLACES DE LA CABECERA
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1 comentario:
Inagotable JH, ¡tiene bemoles eso de distraerse haciendo o comentando la guerra! Tan lejana nos queda que la olvidamos con facilidad. De niño, me impresionaba mucho el relato que de algunas batallas nos hacía mi padre, que había participado de cabo a rabo en la "civil" española. Los niños de Ucrania piden hoy a gritos la paz. ¡Ojalá que los camellos reales no se olviden de cargarla esta noche para repartirla en abundancia por doquier! Desde los niños que lo fuimos en los 40 hasta los de nuestros días deberíamos valorar como es debido que no hayamos padecido la guerra a pesar de haber sido tan pobres e icnluso de haber sido maltratados tan severamente por la exigente educación recibida. ¡Ojalá que esos mismos camellos nos regalen esta noche con profusión ganas y fuerzas de seguir siendo dueños de nuestro tiempo! Gracias, amigo JH, por ayudarnos a mirar y sentir en profundidad la Navidad.
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