MEJOR QUE NO. NOS TOQUE (Por Jesús Herrero)

 

A POR EL GORDO

 

TEXTO DE CARLOS TEJO (11 DE DICIEMBRE, RECORDANDO A pPEDRO, CARLINES BAÑUGUES, TURIENZO Y JAVI ESPINOSA)

  

EN RECUERDO DE LOS QUE FUERON NUESTROS MAESTROS Y COMPAÑEROS

VIRGEN DEL CAMINO  -  11 DE NOVIEMBRE DE 2021

 

            Buenos días, maestros, compañeros amigos y compañeras de amigos.

Tres telediarios, carlitos   -  me quedan tres telediarios.

            Y así un viaje y otro viaje que hacíamos juntos. Repetía Carlos Jimenez Cuerbas Mon. Nó eran ni uno ni dos. Tres telediarios, Carlitos.

Él me llamaba Carlitos, yo a él, Carlinos.

            Llamándome así él se sentía mayor que yo. Yo a él, con el Carlinos, le hacía mas entrañable. Bueno, José Mari me llama Carlines…

            Un día, yendo para Palencia, después de los consabidos “tres telediarios” le espeté, así, con confianza pero en plan bestia,: ¿Qué quieres saber, Carlinos,  lo que voy a escribir sobre ti cuando la palmes?

 Volvió su cara hacia mí, una cara de felicidad y una sonrisa tan suyas que parecían decir: No hace falta, Carlitos, Ya me imagino tus palabras.

Pero yo le decía: Ya te puedes conformar con un “Adiós madre de mi vida”…y él seguía sonriendo.

            Carlinos, hace un año, un mes y diez días, nos hurtaron tu despedida. Hoy estamos contigo. Porque eras un amigo de verdad.

 

         El poema que voy a leer, lo publicó José Mari en nuestra casa común, el blog de los antiguos alumnos dominicos, en Noviembre de 2007.

         Lo había preparado para leerlo en la velada dedicada al padre Ángel Torrellas, el doce de Octubre de aquel reencuentro que nos renovó los votos de amistad,  hace catorce años y un mes, menos un día.       

         Pero aquella tarde no me moví del banco. Quedé paralizado. 

 La verdad es que allí se había desplegado todo un torrente de sabiduría literaria y oratoria fluida,  que apabullaba e intimidaba bastante.                  

         A mí, lo que más me maravilló aquella tarde, lo confieso hoy, fue ver a mi recordado amigo Carlos Jiménez Cuervas Mons, Bañugues, Carlinos esforzarse por recuperar sensaciones artísticas, junto a Marcelino, y maldiciendo para su interior a aquellos dedos que, sobre la guitarra, no obedecían a su cerebro como él quería, tardaban en llegar a los trastes mucho más de lo que él recordaba de sus años mozos, de guitarrista por mi envidiado. 

         Carlinos se lo comentó posteriormente a nuestro amigo Luis Heredia: Luisito, le dijo Bañugues, es como si tuviera morcillas en las manos en lugar de dedos.         

  

TEXTO DE LUIS HEREDIA (11 DE DICIEMBRE, RECORDANDO A pPEDRO, CARLINES BAÑUGUES, TURIENZO Y JAVI ESPINOSA)

 

Espero que nuestros Padres Dominicos me permitan esta licencia por comenzar de la manera que lo hago.

Hoy, desde este ambón  me voy a saltar el Copyright de los derechos de autor de los hermanos que conformamos esta Gran Familia. ¿Qué es, si no,  lo mismo que desde este mismo ambón, se de  lectura a los autores que nos dejaron los Santos Evangelios sobre la vida de Jesús?

Pues qué queréis que os diga. Lo pienso así; escribimos sobre la vida de los demás, con la diferencia que desde donde estén me estarán poniendo a caldo por ponerles a la altura de  Jesús y que nosotros, de Evangelistas nos tocó lo que Dios nos dio. Unos más y otros menos, hasta completar 6.018.194 palabras. ¡Increíblemente, más que La Biblia¡ y algunas veces, hasta en verso.¡  

Ellos mismos se lo buscaron y ellos mismos al final  lo encontraron: tantos años de su vida escuchando seguid los pasos de Jesús, predicad con el ejemplo, y al final lo consiguieron. No era cuestión de rezos diarios sino de ejemplos diarios para vivir a Jesús y seguir sus pasos.

Primera Lectura  de Alberto Gago:

En aquel tiempo del  blog, dijo Alberto Gago a sus compañeros:

“Ahí tienes, Luisín, a nuestro entrañable y "grande" compañero: ¡Fr. Javier Espinosa!. Calerogano él, como Domingo; dominico él, como Domingo; sacerdote él, como Domingo; ¡ojalá!, que santo él, como Domingo. Dominico como el que más, como el que menos. 

Ahí tienes, Luisín, al P. Javier Espinosa en misión callada, oculta, silenciosa, nazaretana. Sin destellos brillantes, sin protagonismos en el Blog: no le han dado premios de literatura, no autoriza escritos brillantes, ni hermosos poemas, no dirige orquestas, ni coros, ni..., -que están muy bien- pero que, para mí,: "vanitas vanitatis, sed omnia vanitas".

Conozco que tiene su vida entregada al Evangelio, como me contó en el Cincuentenario. No tenía tiempo -ni un minuto-para sí mismo, consumiéndose -"de puntillas"- como un pequeño -¡y mira que es grande!- cirio que a otros ilumina con su quehacer de buen pastor, a imagen de El Buen Pastor.  Esos que tiene delante, sí que son un verdadero "coro" o una orquesta o lo que quieras, pero, un "coro de ángeles", que sí merece la pena dirigir. Y a nosotros aplaudir y comunicar lo bueno que es su "director".

Yo creo, Luis del alma, que no es exclusiva la verdad (?) de que hace falta "alinearse" -en sentido explícito- con los pobres  para anunciar el Evangelio "a los pobres". "A LOS POBRES LOS TENDRÉIS SIEMPRE CON VOSOTROS". No localiza ni describe Nuestro Señor dónde están. A quienes sí apunta, incluso les llama "bienaventurados" son a los pobres de espíritu y, esa condición, no se mide por la cartera.” 

Palabra de Alberto Gago

 

TEXTO DE ENRIQUE MUÑIZ (11 DE DICIEMBRE, RECORDANDO A pPEDRO, CARLINES BAÑUGUES, TURIENZO Y JAVI ESPINOSA)

texto de Quique Muñiz que no se pudo leer durante la Misa.

A Pedro yo siempre le recuerdo sereno, ya desde aquel silencio íntimo de su despacho, en el claustro de las clases, a donde entonces le llevaba mis dudas y del que salía contagiado de calma.

 

Después de las palabras  certeras y emocionadas de mis hermanos -y de cuanto se ha escrito en nuestro blog siempre y más aún durante todo este año- a mí ya solo me queda agradecer de nuevo a Dios que pusiera a Pedro en mi camino y que no le perdiera hasta el final del suyo.

Pues en ese camino, significado ahora en éste de aquí, en el que resido y que protege nuestra Virgen, y por el que estoy andando casi toda mi vida, conocí a Juan Antonio Turienzo.

Al principio como compañero de Escolanía y de estudios.

Más tarde. vinculado ya Juan Antonio como fraile a este Santuario, me casó aquí una tarde de mayo de 1984.

Pude conocer después su dedicación total en Torrelavega, en donde le reencontré realizando una labor parroquial imborrable   cuando le convoqué a nuestro cincuenta aniversario en 2007.

Unos años después, y de nuevo por estas calles de La Virgen del Camino, conversé mucho con Juan Antonio y conocí alguna de sus inquietudes y él muchas de las mías.

Renovamos así una amistad intensa, aunque intermitente, como ocurre también con nuestras frecuencias y afectos, queridos amigos-hermanos.

Hasta que se desplazó a Oviedo y le perdí en esta pandemia cruel.

Pues los dos, Pedro y Juan Antonio, con diferente expresión de una misma Palabra, me han acompañado por aquí, casi hasta ayer y casi de la mano.

Y en mi interior me parece percibir aún sus pasos siempre firmes y cercanos, con el ritmo sereno de la verdad de Cristo que me enseñaron y que, aún a mi manera, seguiré  hasta Allí, en donde, habiendo perdón también para mí, tal vez les encuentre de nuevo.